Arturo Basile (dir.); Renata Scotto (Cio-Cio-San); Renato Cioni (Pinkerton); Franca Mattiucci (Suzuki); Alberto Rinaldi (Sharpless); Franco Ricciardi (Goro); Silvio Maionica (Yamadori); Vito Susca (Bonzo), Luciana Palombi (Kate). RAI Symphony Orchestra & Chorus, Turin. OPERA D’ORO 2 CD.
Durante varios meses he tenido por casa esta versión de Madama Butterfly sin escucharla, y debo decir que su audición ha supuesto para mí una grata sorpresa. Se trata de una grabación registrada en directo en Turín el 12 de septiembre de 1967 que Opera d’Oro distribuye con una aceptable calidad de sonido.
A la vista de las dos grandes grabaciones de estudio que realizó Renata Scotto del papel protagonista (véase esto y esto), pensé que este registro sería poco menos que una curiosidad que poco podría aportar, y he de decir que me equivoqué al crearme ese prejuicio. No es ya que el trabajo de Scotto sea de indudable estima, sino que aquí podemos captar algo de lo que debía ser ella interpretándolo en directo. Creo que a falta de vídeos, quizá esta grabación sea la que mejor pueda transmitirnos a nosotros por qué Scotto hizo de Cio-Cio-San su caballo de batalla. Aquí lleva al personaje a unas alturas estratosféricas, e incluso me gusta más el primer acto que firma aquí que el de la mítica grabación con Barbirolli del mismo año. Consigue sacar a flote el lado tierno y cándido del personaje transmitiendo menos sensación de teatro y artificio. Debía ser un espectáculo tenerla justo delante en un teatro. El segundo acto resulta también espléndido (con pucheritos y sollozos al final, eso sí), pero globalmente me satisface más el primero.
Afortunadamente, el interés de esta versión no se reduce exclusivamente al espléndido trabajo de Scotto, pues está acompañada de un equipo sobradamente solvente. Renato Cioni muestra una perfecta adecuación al estilo pucciniano, amén de contar con una voz adecuada para su papel, aunque con tendencia a veces a sonar nasal. Hace un “Addio fiorito asil” lleno de patetismo y fuerza expresiva. Franca Mattiucci es una Suzuki impecable, mientras que Alberto Rinaldi (Sharpless) es para mí el único “lunar” de la grabación. Dispone sin duda de una buena voz para cantar el cónsul, pero especialmente durante el primer acto suena algo monocorde, casi permanentemente en forte. Mejora en matices a lo largo del segundo, pero su Sharpless no deja de ser globalmente un tanto áspero.
El resto se defiende nuevamente sin problemas. Franco Ricciardi es un Goro vocalmente impecable, aunque tal vez demasiado serio. Es correcto el Yamadori de Silvio Maionica, y resulta curioso el modo en el que Vito Susca (el bonzo) hace uso del rubato en el “Ci ha rinnegato tutti”, sosteniendo por más de lo esperado la tercera sílaba de “rinnegato” y acentuando así la intensidad del momento y de lo que implica la frase. Interesante.
Arturo Basile dirige ante todo con sensibilidad y delicadeza, amén de esforzarse con buenos resultados en mantenerse elegante cuando la partitura busca impactar al espectador por medio de auténticas explosiones de sonido. Óigase la primera entrada del hijo de Butterfly para comprobar lo que digo. Basile se suma, eso sí, a los directores que recortan brevemente el coro de familiares de Butterfly previo a la boda (“Ne vidi già”).
La calidad de audio es naturalmente modesta, aunque lejos de lo que yo calificaría como mala. La opacidad del sonido, en todo caso, afecta más a la orquesta que a las voces, y además no se aprecia el menor ruido por parte del público pese a tratarse de una grabación registrada en directo. No hay aplausos ni toses.
En suma, una agradable sorpresa.
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