sábado, 31 de diciembre de 2011

Otello (Vickers, Freni, Glossop - Karajan)

Este mes de diciembre quiero despedir el año comentando la muy estimable filmación del Otello verdiano dirigido por Karajan que que distribuye Deutsche Grammophon. Como llevo haciendo todos los meses durante más de dos años, comienzo resumiento brevemente el libreto:

Acto 1: En mitad de una fuerte tormenta, la nave que transporta a Otello, general de la armada veneciana, arriba al puerto de Chipre. Todos reciben con júbilo al héroe victorioso salvo Jago (Yago), que odia al moro por haberle concedido el rango de capitán a Cassio en lugar de a él. Deseoso de hacer caer a Cassio en desgracia, Jago manipula sin escrúpulos a Roderigo, que se encuentra enamorado de Desdémona, la esposa de Otello. Jago hace creer al celoso Roderigo que Cassio también ama a la muchacha, y ambos deciden emborracharle para que provoque un tumulto que enoje a Otello. El plan sale bien: Cassio se muestra en principio reacio a beber, pero la insistencia de Jago le lleva a emborracharse. Roderigo se burla entonces de él, que furioso, desenvaina la espada. El ex gobernador Montano trata de poner orden, pero es herido en la lucha. En ese instante se presenta furioso Otello, y al descubrir lo sucedido destituye inmediatamente a Cassio de su condición de capitán.


El moro se queda entonces a solas con su esposa Desdémona. Ambos recuerdan con ternura los momentos iniciales de su amor y el telón cae cuando Otello besa a su mujer.

Acto 2: Jago sigue adelante con sus propósitos de destruir a Otello y a Cassio. De momento, ha convencido a este último de que hable con Desdémona para que interceda por él ante Otello y recuperar así de nuevo su antiguo rango de capitán. Cuando Cassio se retira para buscar a Desdémona, Jago medita a solas sobre su maldad y sobre la existencia de un Dios cruel que ha escrito su propio destino como una sucesión de actos ruines. Otello se presenta después y Jago finge observar con preocupación a Desdémona y a Cassio conversando. Con habilidad, insinúa al moro que desconfíe de la fidelidad de su esposa y que preste especial atención a todas sus palabras. Inmediatamente se acerca Desdémona para pedirle a su esposo que auxilie a Cassio. Los celos de Otello se despiertan y se niega a conceder el perdón. Ella nota su turbación y le acerca un hermoso pañuelo bordado que él arroja al suelo sin mirarlo siquiera. El pañuelo es recogido por Emilia, la esposa de Jago, que se hace con él con la fuerza. En ese instante decide dejarlo en casa de Cassio como prueba de que Desdémona le visita.

De nuevo a solas con Jago, Otello, rojo de ira, se muestra violento con él y le exige una prueba certera de que su esposa le es infiel con Cassio, su mejor amigo. Jago inventa entonces una historia, narrando cómo escuchó a Cassio hablar en sueños cierta vez exclamando su pasión por Desdémona y su desprecio por el moro. También afirma haber visto en manos de Cassio el pañuelo bordado de Desdémona que acaba de recoger, que Otello identifica inmediatamente como un regalo que él había hecho a su esposa en señal de amor. Fuera de sí, Otello jura venganza.

Acto 3: Otello, por indicación de Jago, se dispone a esconderse para escuchar sin ser visto una conversación entre Cassio y Desdémona. Sin embargo, esta última aparece antes de tiempo y pide nuevamente el perdón para Cassio. El furioso Otello la acusa violentamente de infidelidad y exige que le entregue el pañuelo que él le regaló tiempo atrás. Tal y como él sospecha, ella confiesa no tenerlo, lo que aparentemente parece confirmar la afirmación de Jago de que se encuentra en poder de Cassio. Otello se deshace muy bruscamente de su esposa, insultándola, y se esconde para escuchar las palabras de Cassio, que acaba de llegar y conversa a lo lejos con Jago. Sin que el moro lo sepa, este último ha dejado el pañuelo de Desdémona en casa de Cassio y habla con él en la distancia sobre sus aventuras amorosas. Tal y como Jago había planeado, Cassio, sin saberse observado por Otello, saca el pañuelo de Desdémona afirmando haberlo encontrado en su casa. Otello identifica el bordado y su ira es incontenible. Cuando Cassio se retira nombra nuevo capitán a Jago y le pide que le consiga un veneno de inmediato para acabar con su esposa esa misma noche. Jago, sin embargo, le sugiere que la estrangule en su propio lecho, al tiempo que manifiesta su deseo de acabar personalmente con la vida de Cassio.


Llega entonces una nave veneciana con Lodovico, portador de un mensaje del dux. Otello procede a su lectura pública en presencia de la entristecida Desdémona. El mensaje expresa la necesidad de que Otello se persone inmediatamente en Venecia, nombrándose a Cassio nuevo gobernador de Chipre. Tras leer el mensaje, Otello arroja enloquecido a su esposa al suelo, golpeándola. Jago, por su parte, promete a Roderigo que conseguirá el amor de Desdémona si elimina esa misma noche a su rival Cassio. Otello ordena a todos que se retiren, y a solas, sufre un desvanecimiento mientras Jago se regocija de su inminente triunfo.

Acto 4: Acompañada de Emilia, Desdémona espera inquieta la llegada de Otello a su habitación durante la noche. Para conmover a su esposo, la muchacha pide a su amiga que extienda sobre la cama su vestido de novia. Tras entonar una canción triste sobre una muchacha abandonada por su enamorado, se despide de Emilia, consciente de que tal vez no la verá nunca más. De este modo, Desdémona dirige sus rezos nocturnos a la salvación de los pecadores y se acuesta a dormir. Otello entra en la habitación, la besa y tras forcejear con ella, la asesina estrangulándola. Entra entonces Emilia muy agitada para comentarle a Otello la noticia de que Cassio ha matado a Roderigo tras ser atacado por aquél. Horrorizada, descubre el cuerpo de Desdémona y pide auxilio a voces. Se presentan Jago, Lodovico, Montano y Cassio, sano y salvo. Emilia declara entonces que fue su esposo Jago quien le arrebató el pañuelo de Desdémona por la fuerza. Cassio, por su parte, manifiesta haberlo encontrado en su casa, y Montano, por último, señala que Roderigo acaba de morir señalando a Jago como el instigador de sus acciones. Jago, que se sabe perdido, trata de darse a la fuga, perseguido por los guardias. Entonces, Otello, consciente de haber matado a una inocente, se suicida con su puñal no sin besar antes una última vez más el cuerpo inerte de Desdémona.

Traducción del libreto al castellano en kareol.


Giuseppe Verdi culminó su Otello en 1886, dieciséis años después de su anterior ópera, Aida. En esta ocasión, el compositor contó a su favor con el extraordinario libreto de Arrigo Boito, tomado de la obra homónima de William Shakespeare. Boito, pese a todo, introdujo algunos cambios interesantes en la acción que resultaban útiles para transformar el drama teatral en ópera. Así, suprimió todo el acto veneciano de la obra original, aunque hizo suyos algunos elementos de importancia, y en el primer borrador era el nombre de Jago y no el de Otello el que aparecía en la primera página. Verdi, que hasta entonces había estado ocupado con revisiones de Simon Boccanegra y de Don Carlo, aceptó la oportunidad y dio a luz una partitura en la que su lenguaje musical ha evolucionado a un discurso mucho más compacto que el de otras obras anteriores. La composición resulta portentosa desde el enérgico comienzo, con la escena de la tormenta, hasta las oraciones finales de Desdémona y su muerte junto con la de Otello, en la que el espectador vuelve a oír la misma melodía que ya cerraba tiernamente el primer acto (“Un baccio”) dando a la obra un cierto carácter simétrico. También es llamativo, en este sentido, la utilización de la melodía de Jago “È un'idra fosca, livida, cieca” para abrir el tercer acto, en el que el malvado personaje ultima sus engaños para con Otello. El estreno de la obra en La Scala de Milán el 5 de febrero de 1887 constituyó un éxito atronador.


Herbert von Karajan luciendo bigotazo e infiltrándose en su propia grabación

El DVD que motiva esta entrada es la película dirigida por Herbert von Karajan en 1974 distribuida por Deutsche Grammophon (el audio lo comercializa la casa EMI en cedé). Se trata de la puesta en escena ideada por el propio Karajan para su Otello salzburgués de 1970 con Vickers y una Freni primeriza en el papel. Visualmente se deja ver con agrado, aunque a veces la filmación se ve algo anticuada y los decorados no siempre terminan de ser muy realistas. A modo de anécdota, hay que señalar la presencia del propio Karajan con mostacho entre el coro en la escena del vino.


Cuando en 1974 se puso a las órdenes de Karajan para la presente grabación, Jon Vickers ya había grabado el papel de Otello trece años atrás bajo la dirección de Tullio Serafin. Los melómanos verdianos suelen dividirse entre aquéllos que consideran al gran Mario del Monaco –que también lo grabó para Karajan– como el intérprete de referencia para el papel del moro y los que prefieren a Vickers. Yo me cuento entre los primeros, aunque justo es reconocer la valía del canadiense en un papel en el que se sitúa en cabeza junto con el referido Del Monaco y Plácido Domingo. La voz de Vickers se ha calificado muchas veces, no sin razón, de leñosa y poco agraciada, con ingratos cambios de color a lo largo del registro. Tampoco se le ve cómodo en el agudo –en las notas más altas del "Esultate", del que he oído que tuvieron que tomarse varias tomas, su voz parece amenazar con quebrarse, aunque sale airoso– y su “Amor e gelosia vadan dispersi insieme” (2º acto) es un berrido que resulta bastante penoso. En cualquier caso, si algo hay que criticarle a Vickers es el escaso atractivo de su voz y no la técnica. De hecho, consigue hacer maravillas y matizar mucho más y mejor que Del Monaco, aunque, claro está, sin transmitir la contundencia masculina de aquél. Todo el final de primer acto está cantado con pasmosa delicadeza (“Un baccio...”) y su lectura del mensaje en el tercer acto resulta extraordinaria.


Portada de la grabación de EMI


Quien lea habitualmente este blog sabrá de mi debilidad por Mirella Freni, mi soprano favorita de siempre. Aquí, en su papel de Desdémona, se muestra extraordinaria de principio a fin, desde los bellísimos pianissimi de “Mio superbo guerrier” hasta una canción del sauce y un Ave Maria de reclinatorio, nunca mejor dicho. Abajo pongo una breve entrevista en la que Freni cuenta sus experiencias como Desdémona, al tiempo que nos hace partícipes de algunas anécdotas con Vickers y Karajan.



El vídeo está en italiano, así que por si alguien no domina la lengua, he hecho la siguiente traducción:

“El maestro Karajan me pidió que hiciera Otello –Desdémona, naturalmente– y en aquél momento me sentí un poco preocupada porque era mi primer paso en la ópera en papeles un poco más spinto. Tenía un poco de miedo. Le dije al maestro: “Déjeme un momento para que pueda probarlo en casa y ver si me siento cómoda y puedo sostenerlo”. Vi que funcionaba. Luego, cuando llegué a Salzburgo, me mostraba siempre un poco reservada en el papel, porque debo decir que cuando hago una cosa por primera vez ando siempre con pies de plomo. No doy lo máximo para no dañarme las cuerdas vocales. Poco a poco, con los años, me voy soltando y gano arrojo. Estoy hecha de ese modo. Como dice mi nombre, “Freni”, soy “frenada” en ciertas cosas, pero en eso consiste la broma. Debo decir que el maestro Karajan estuvo muy cariñoso y gentil, y también mis compañeros, sobre todo Vickers.


Tengo un recuerdo bellísimo de mi contacto con Vickers, con Otello. Era extraordinario, una persona muy seria. Me trataron verdaderamente bien. Recuerdo que como él tenía un gran temperamento y yo era un poco más endeblita, me decía: “Mirella, por favor, cuando deba zarandearte y golpearte, déjate hacer porque no quiero hacerte ningún daño”. Le dije: “Vale, no te preocupes”, y así lo hicimos. Recuerdo que una noche, en el último acto, él llevaba un vestido bellísimo con una cadena y un gran medallón. Cuando me agarró en la cama para matarme, ese medallón me golpeó en el labio, rompiéndolo. Naturalmente, noté cómo sangraba. Él estaba desesperado, y mientras me mataba me preguntaba: “Mirella, ¿estás viva?” Y yo: “Sí”. Después estuvo muy disgustado porque creía que era él el que me había hecho daño, cuando en realidad fue el medallón el que me golpeó sin él pretenderlo.

También debo decir que con Karajan tuve una relación especial. Teníamos sintonía, y nos entendíamos sin hablar. No sé por qué tuve la fortuna de encontrarme con él. Naturalmente, esto no era siempre así, pero el maestro transmitía una serie de cosas que yo recibía con facilidad, y viceversa: él comprendía lo que yo quería hacer. Muchísimas veces –no diré que casi siempre para no parecer presuntuosa– estábamos de acuerdo. No teníamos necesidad de ensayar mucho y fue una experiencia única. A él le gustaban esas frases largas, coloridas y con expresión. Esta es la clave para la soprano lírica: las frases largas, con legato, con expresión y con color. Yo lo hago por naturaleza, pero he podido desarrollarlo muy bien con Karajan.

El cuarto acto de Otello contiene la canción del sauce y el Ave Maria, que son momentos extraordinarios para Desdémona. Ya en el “sauce” ella tiene el presentimiento triste de que algo no va bien, y no sólo el maltrato de Otello, sino algo más profundo que ella percibe. Al contar esa historia es necesario vivirla, sufrirla, colorearla... No es sólo la canción de Bárbara, que cantaba “sauce, sauce”. Ello es así sobre todo en el Ave María, porque Desdémona probablemente estaría acostumbrada a rezarla antes de irse a dormir, pero la de esa noche es otra Ave Maria. Ella debe rezar de un modo especial por los débiles, etc.. Hay muchas cosas que subraya con tristeza y miedo, y sin exagerar, según lo entiendo yo. Ahí está la dificultad. Si fallas en la última nota del Ave Maria arruinas todo el Otello. Si piensas que al margen de esa nota no estás cantando bien el aria debes concentrarte para hacerlo lo mejor posible al menos por arriba. Muchas noches te sientes un poco cansada y dices “Virgen, ayúdame, te lo pido al menos de otro modo”.

Jago es probablemente junto con el barón Scarpia de Tosca, el “malo” más siniestro de la historia de la ópera. De hecho, sus maléficos planes le salen bien y acaba arruinando a Otello, tal y como se había propuesto, aunque al final es descubierto y probablemente capturado. Peter Glossop es un Jago interesantísimo, susurrante y muy efectivo, aunque por alguna razón no agrada por igual a todos los aficionados. A mí me satisface mucho. Véase por ejemplo su teatral forma de describir a Otello la pelea de Cassio y Roderigo en el primer acto (“Non so...”), en susurros. El Jago de Glossop es insinuante, pues parece que era voluntad del propio Verdi el que Jago cantase básicamente en susurros –escúchense los “Vigilate” de Glossop en el segundo acto– y adecuadamente maléfico en el celebrado “Credo”, aunque sin caer en la brusquedad ni la sobreactuación. De hecho, es el suyo un “Credo” bastante meditativo en comparación con otros intérpretes. Personalmente, en este punto adoro la efectividad de la música de Verdi, con ese brusco e inesperado silencio después de “La morte è il nulla”. Lo que no me gusta, y esto no es culpa de Glossop, es que se difumine innecesariamente su voz en la escena en la que narra a Otello el falso sueño de Cassio, para reforzar así la sensación de ensoñación.


El altísimo nivel se mantiene en los secundarios, comenzando por el estupendo Cassio de Aldo Bottion, de muy hermosa voz lírica. Dos nombres de excepción se suman a la plantilla de secundarios: Michel Sénéchal como Roderigo y José Van Dam como Lodovico. A ello se ha de sumar la convincente Emilia de Stefania Malagú y el Montano de Mario Macchi. Muy bien también el Coro de la Ópera de Berlín, dirigido por Walter Hagen-Groll.

Como hemos apuntado ya repetidas veces, la dirección de la Orquesta Filarmónica de Berlín corre a cargo de Herbert von Karajan, que ya había grabado antes un excelente Otello con Del Monaco, Tebaldi y Protti. La dirección de esta nueva grabación es bastante similar e igual de efectista, aunque pierde interés en la comparativa por la introducción de algunos cortes cuya justificación no alcanzo a comprender. En el segundo acto se omite el coro que acompaña a la entrada de Desdémona (“Ti offriamo il giglio”), así como parte del final del tercer acto, prescindiéndose de las instigaciones de Jago a Roderigo para que se deshaga de Cassio. Queda así sin sentido la afirmación de Emilia en el cuarto acto de que Cassio ha matado a Roderigo. Con todo, merece la pena.












miércoles, 21 de diciembre de 2011

Debilidades (I): Mozart y la Misa "del solo de órgano"

De entre las misas salzburguesas de Wolfgang Amadeus Mozart, sólo la célebre Misa de la Coronación (K.317) ha ocupado tradicionalmente un puesto de honor compartido con obras más tardías como la Gran Misa en do menor (K.417) o el Réquiem (K.626). La mayoría de esas obras de juventud suscitan un interés relativamente escaso para las casas discográficas y salas de conciertos, siendo tachadas con frecuencia de tratarse de meras obritas encantadoras que poco aportan a la producción musical del genial autor. Quizás parte de la culpa recaiga en las exigencias musicales del príncipe arzobispo de Salzburgo Hieronymus Colloredo –probablemente la persona a la que más llegó a odiar Mozart en su vida–, un apasionado de la música ligera e italianizante cuya actitud ilustrada le llevó a exigir la brevedad, la concisión y la subordinación de la música a la comprensión del texto como requisitos imprescindibles para los compositores de la corte. El propio Mozart escribe al padre Martini el 4 de septiembre de 1776 que “una misa con todo el Kyrie, el Gloria, el Credo, la sonata para la Epístola, el Ofertorio, el Motete, el Sanctus y el Agnus, no debe [...] durar más de tres cuartos de hora”.

Si bien es cierto que en las misas escritas por Mozart entre 1773 y 1777 predominan la declamación –especialmente en los fragmentos de texto más amplio como el Gloria y el Credo– y la escasa repetición de frases musicales, lo cierto es que el salzburgués supo plegar su arte a estas limitaciones, de modo que ninguna de estas obras se hace inexpresiva. Precisamente del año 1776 –o si acaso de diciembre de 1775–, fecha en la que Mozart escribe la carta antes reproducida, data la encantadora Missa brevis “del solo de órgano” (K.259), una de mis favoritas. Esta obra, en la que las exigencias de brevedad son llevadas casi al extremo, es en buena medida responsable de la devoción que profeso a la música de Mozart desde mi infancia. Al igual que las dos misas precedentes (K.257 y 258) sigue la tonalidad de do mayor, y el motivo de la composición probablemente quepa encontrarlo en la festividad de los Santos Inocentes del 28 de diciembre (¿de 1776?). Tras el luminoso Kyrie, en el que entran ya en juego las voces concertantes en diálogo con el coro, siguen en estilo más declamatorio el Gloria, y sobre todo el Credo, que sigue una estructura ternaria gracias al bello Et incarnatus central a cargo de los solistas, seguido de un trágico Crucifixus. El Benedictus, como es habitual, repite para el Osanna la misma música del Sanctus –del que se conserva una prueba anterior de 21 compases descartada por Mozart–, aportando simetría. La intervención del órgano obligato al comienzo del Benedictus es la que motiva el hecho de que la tradición haya acabado refiriéndose a esta misa como la del “solo de órgano”. Del Agnus Dei, más reposado, siempre se ha dicho que anticipa la cavatina Porgi amor de la Condesa en Le nozze di Figaro, aunque otro tanto puede decirse, por ejemplo, del de la misa solemnis K.337.

A continuación os dejo con la grabación de Peter Neumann frente al Collegium Cartusianum (con instrumentos originales), el Kölner Kammerchor y los siguientes cantantes solistas: Ann Monoyios (soprano), Elisabeth Graf (contralto), Oly Pfaff (tenor) y Franz-Josef Selig (bajo).

Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)

Missa Brevis en do mayor, K.259 “Orgelsolo-Messe”.

Soprano, contralto, tenor, bajo; Coro; 2 oboes, 2 trompetas, timbales, 2 violines, bajo, órgano.

Kyrie



Gloria



Credo



Sanctus



Benedictus



Agnus Dei

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Sevilla y los asesinos de la cultura


La Sevilla de la cultura, de la diversidad y las alternativas de ocio y de la superación –que no ruptura– de los clichés se nos muere. Dicen que es por la crisis, argumento que sólo es de recibo a medias. Ayer mismo entré en unos famosísimos grandes almacenes en los que la sección de música culta ha venido experimentando en los últimos años una reducción que, simplemente, resulta dramática. Mi sorpresa fue descomunal cuando descubrí que la marginación de la ópera y la música clásica ha llegado allí al extremo de arrancarla de su anterior espacio físico –destinado ahora al cómic– para quedar relegada a una miserable pared arrinconada en la sección de cine. No voy a andarme con chiquitas: señores del Corte Inglés (Sevilla, Plaza del Duque): ustedes le han dado la espalda al cliente que busca consumir estos productos, medidores del grado de cultura de cualquier población civilizada. Tras la desaparición hace años de la entrañable Allegro música, junto al Teatro de la Maestranza, el aficionado sevillano tiene pocas posibilidades en lo que se refiere a la compra de música culta en la llamada “ciudad de la música”. Luego se quejan de que la gente compra discos por internet.

Pero a fin de cuentas, lo más dramático no es esto. Como acaba de señalar, la red ofrece al melómano muchas páginas fiables en las que poder adquirir –y a mejor precio, todo sea dicho– aquello que se nos niega físicamente en las tiendas. Pero en cuestiones políticas no hay sustitutivos que valgan. Jamás escribo sobre política en El Patio de Butacas porque no es esta la plataforma para ello. Además, cuando he tocado algún tema relacionado, mis críticas nada han tenido que ver con servilismos ideológicos, de los que me mantengo afortunadamente distante. El anterior gobierno municipal (socialista) comenzó el asesinato de la Sevilla culta con las drásticas reducciones presupuestarias al Teatro de la Maestranza y a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. La actual corporación (popular) ha mantenido los recortes y tuvo ayer el dislate de proponer que el Festival de Música Antigua tenga un carácter bianual. Entiendo a la perfección la situación comprometida a la que se ve avocado el Ayuntamiento de Sevilla a causa del vacío de las arcas municipales, pero los políticos, como representantes de los ciudadanos y depositarios de la confianza pública demostrada en las urnas, no pueden cercenar la vida cultural de los ciudadanos. Simplemente, no tienen derecho. Cualquier político que después de ser elevado por los ciudadanos se vuelve contra ellos comete moralmente un grave abuso de autoridad.

Las palabras de María del Mar Sánchez Estrella, Delegada de Cultura, no tienen desperdicio:

"Lo que queremos es que un festival consolidado, con público, con demanda, se preserve. Si una actividad se celebra cada dos años puede aumentar días, puede tener más presupuesto y nos permite negociar con otras entidades, para que no sólo dependa de nosotros".

O sea, que lo mejor para “preservar” aquello que vale la pena es reducirlo a la mitad. Seamos inteligentes: lo que subyace bajo las palabras de la Delegada es que antes de asesinar del todo al FEMAS, lo mejor es celebrarlo cada dos años, y además negociando con “otras entidades” para que el Ayuntamiento se desvincule, aunque sea en parte, de su financiación. Señora Sánchez Estrella, usted, como Delegada de Cultura, ha tenido la desfachatez de afirmar indisimuladamente la voluntad del Ayuntamiento al que pertenece de darle la espalda a la cultura. Pero hay más:

"[...] habría música de este repertorio en la ciudad gracias al ciclo de la Orquesta Barroca de Sevilla (OBS), el de órganos históricos o el Festival Turina".

Oiga usted, es que eso ya existe, junto con el FEMAS. No nos lo venda como una dádiva sustitutiva del Festival. No hay necesidad de ponerse cínicos.

Eso sí, continúen ustedes promocionando la imagen esteorotipada de la flamenca con una raqueta de tenis en la mano para la Copa Davis. Cualquier ciudadano de Sevilla con una capacidad intelectual superior a un higo chumbo tiene argumentos sobrados para sentirse defraudado y preocupado asista o no al Festival. Estamos hablando de cortarle las alas a una ciudad que, especialmente desde la Exposición Universal de 1992 venía mostrándose con éxito como un escaparate cultural en el que el visitante podía encontrar mucho más que tablaos de flamenco y cofradías.

Un político cateto nunca puede representar a un ciudadano culto.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Pavarotti humorístico


Todo gran hombre debe también tener un gran sentido del humor. Que Pavarotti es “Mr. Big P.” lo sabe todo el mundo, y una buena muestra de su especial simpatía personal se encuentra en la siguiente entrevista que me he tomado la libertad de traducir del inglés al castellano y que puede verse aquí. En ella, un Luciano Pavarotti divertido y con el público en el bolsillo nos cuenta sus momentos más vergonzosos sobre el escenario:

- Me gustaría saber cuáles han sido sus momentos más divertidos o embarazosos sobre el escenario.

Diablos, no me digas. Desde que hice mi debut, mi pesadilla de siempre era la de verme en mi camerino preparándome en calzoncillos y escuchar entonces a la orquesta interpretando la pieza musical que precedía a mi aria. Por supuesto, esto nunca ocurrió y fue solo un sueño... hasta el año pasado. El año pasado estaba yo en calzoncillos cuando escuché a la orquesta. Pensé: “¿qué estará haciendo ese idiota? Habrá venido aquí con una grabación para asustarnos”. (simula afeitarse la barba). De repente viene el director de escena y me dice “señor Pavarotti, comience”. No sé cómo trabajando tres mil personas en ese teatro no hubo nadie para decirme que comenzábamos a las siete y media y no a las ocho. (risas). Eso ocurrió en París y tuvieron que correr el telón.

¿Pero quieres saber la más embarazosa? La más embarazosa... La ópera era Tosca, también en Paris y por la misma época. Era una producción nueva muy extraña en la que no había sillas en la habitación de Scarpia. Traían una cuando me llevaban al escenario, y otra para Tosca cuando ella entraba. Durante uno de los ensayos vi la silla en la que tenía que sentarme. (se ríe). Era un modelo muy bonito. Muy frágil. Le dije bajito al director de escena, porque no quería que me oyeran: “oye, como me siente en esa silla voy a romperla”. Contestó: “No, monsieur Pavarotti, no, no, no; la hemos reforzado con hierro”. Le habían puesto hierro a la silla por detrás. Esto es verdad, no me lo invento. En los días siguientes yo trataba de sentarme en el filo, aunque cuando Cavaradossi entra después de ser torturado se supone que se desploma en lugar de sentarse así. En aquellas representaciones teníamos a una cantante que debutaba y que no conocía muy bien las posiciones, aunque es una gran actriz. Lo que habíamos hecho los días previos era que ella ponía su mano sobre mi rodilla y yo se la acariciaba mientras nos decíamos:

- Tosca...
- Mario...
- ¿Has hablado?
- No, no he hablado.
- Sí, hija de puta, sí que has hablado.

Aquélla noche la música la encendió tanto que en vez de apoyarse en mi rodilla se sentó conmigo. Todavía están buscando dónde está la silla. (risas). Todo esto es absolutamente cierto, podéis comprobarlo si no lo creéis.

- Señor Pavarotti, hablo en nombre de todas las mujeres del público y queremos hacerle saber que nos encantan los hombres grandes, especialmente los que tienen grandes voces. ¿Cree que sus pulmones “extra” ayudan a producir esa preciosa resonancia?

(Con voz estentórea). Creo que sí. Muchas gracias. Ha sido uno de los mayores halagos que he recibido. El mejor fue cuando un hombre tropezó conmigo en la calle y me dijo “disculpe, no le había visto”.

Categorías

Accademia del Piacere (3) Actualidad (32) Adam Fischer (1) Adelio Zagonara (3) Adina Aaron (1) Adolphe Adam (2) Adriana Kučerová (1) Agnes Baltsa (1) Aida (4) Ainhoa Arteta (4) Ainhoa Garmendia (1) Akademie für Alte Musik Berlin (1) Alan Curtis (1) Alastair Milnes (1) Alberto Erede (1) Aldo Bottion (3) Alessandro Granda (1) Alessandro Scarlatti (1) Alessandro Stradella (1) Alexander Joel (2) Alexander Rahbari (1) Alexander Scriabin (1) Alexander Vinogradov (1) Alexia Voulgaridou (2) Alfonso Antoniozzi (1) Alfredo Kraus (3) Alice Coote (1) Alicia Alonso (2) Alicia Nafé (1) Amanda Roocroft (1) Amandine Beyer (2) Ambrogio Maestri (1) Amy Freston (2) Ana Frank (3) Andreas Schager (1) Andreas Scholl (1) Andrei Serban (1) Ángel Corella (1) Ángel Ódena (3) Angela Gheorghiu (3) Angelika Kirchschlager (2) Angelo Mercuriali (3) Anita Cerquetti (1) Anita Soldh (3) Anja Harteros (1) Anke Vondung (1) Ann Christine Biel (4) Ann Murray (2) Anna Caterina Antonacci (2) Anna di Stasio (2) Anna Maria Canali (2) Anna Moffo (2) Anna Netrebko (1) Anne Sofie von Otter (4) Anthony Minghella (1) Anthony Rolfe Johnson (4) Antoine Forquerai (1) Anton Dermota (1) Anton Webern (1) Antonietta Stella (1) Antonino Siragusa (1) Antonio Meneses (1) Antonio Pappano (1) Antonio Vivaldi (9) Aprile Millo (1) Aquitania (3) Ara Malikian (1) Arleen Augér (2) Arnold Östman (9) Artefactum (4) Arturo Basile (1) Audrey Hepburn (1) Axabeba (6) Ballet (8) Ballet Nacional de Cuba (2) Ballet Nacional de Estonia (1) Ballet Nacional de Kiev (1) Barbara Bonney (4) Barbara Frittoli (4) Barbara Hendricks (1) Barbara Schlick (1) Bayerisches Staatsballett (1) Beniamino Gigli (1) Bernabé Martí (1) Bernarda Fink (2) Bo Skovhus (1) Bonaldo Giaiotti (1) Boris Christoff (1) Britt-Marie Aruhn (1) Bruce Rankin (1) Bruno Bartoletti (2) Bruno Campanella (1) Bryn Terfel (2) Cajasol (7) Camilla Nylund (1) Carl Maria von Weber (1) Carl Philipp Emanuel Bach (4) Carles Magraner (2) Carlo Bergonzi (4) Carlo Colombara (3) Carlo Maria Giulini (1) Carlos Álvarez (2) Carlos Chausson (3) Carlos Feller (3) Carlos Kleiber (1) Carlos Mena (6) Carmela Remigio (1) Carmen (5) Carmen Giannasttasio (1) Carol Neblett (1) Catherine Malfitano (1) Catherine Robbin (1) Cavalleria Rusticana (1) Celso Albelo (1) Cesare Siepi (3) Cesare Valletti (1) Charles Rosekrans (1) Cheryl Barker (1) Christa Ludwig (3) Christian Zacharias (1) Christina Deutekom (1) Christina Pluhar (1) Christoph Willibald Gluck (4) Christophe Coin (3) Christophe Dumaux (1) Christopher Hogwood (1) Ciclo de Cámara OBS (2) Ciclo de Músicas Históricas OBS (8) Cine y TV (2) Claire Watson (1) Clara Petrella (1) Claudio Abbado (4) Claudio Desderi (2) Claudio Nicolai (1) Claudio Sgura (2) Claus Guth (1) Clifford Grant (1) Compañía Nacional de Danza (1) Conchita Velasquez (1) Conciertos de Brandemburgo (1) Constanze Backes (3) Coppélia (1) Corelli (2) Cornelius Hauptmann (1) Cornell MacNeil (2) Coro Barroco de Andalucía (2) Così fan tutte (5) Cyril Auvity (2) Dagmar Schellenberger (1) Dalibor Jenis (1) Daniel Barenboim (4) Daniel Oren (1) Daniela Schillaci (1) Daniele Callegari (1) Danielle de Niese (3) Danza Maestranza (11) Das Rheingold (1) David Kuebler (1) David McVicar (2) Debilidades (2) Der Freischütz (1) Derek Lee Ragin (1) Diana Damrau (1) Die Entführung aus dem Serail (1) Die lustige Witwe (1) Die Walküre (1) Die Zauberflöte (5) Diego Fasolis (1) Dietrich Fischer-Dieskau (1) Dietrich Henschel (1) Dimitri Ulianov (4) Discografía (2) Discografía ópera (57) Dmitry Sinkovsky (1) Doctor Atomic (1) Dolora Zajick (3) Domenico Scarlatti (1) Dominique Visse (3) Don Carlo (3) Don Giovanni (6) Don Pasquale (1) Donizetti (8) Dorothea Röschmann (2) Dwayne Croft (1) Edgardo Rocha (1) Edita Gruberova (3) Edo de Waart (1) Eduardo López Banzo (1) Edward Downes (1) Eirian James (1) Ekaterina Siurina (1) El Cascanueces (2) El lago de los cisnes (1) El ocaso de los dioses (1) Elena Obraztsova (3) Elijah Moshinsky (1) Elina Garanča (3) Elisabeth Grümmer (1) Elizabeth Harwood (1) Emmanuelle Haïm (1) English National Ballet (1) Enrico Casazza (1) Enrico Cossutta (1) Enrico Onofri (9) Enzo Dara (2) Enzo Frigerio (1) Enzo Sordello (1) Erich Hoeprich (1) Erich Leinsdorf (2) Erna Berger (1) Erwin Schrott (1) Ettore Bastianini (2) Eva Marton (1) Evelyn Herlitzius (1) Ezio Frigerio (3) Fabio Capitanucci (1) Fahmi Alqhai (5) Falk Struckmann (1) Fazil Say (1) Fernando Corena (3) Ferruccio Furlanetto (2) Ferruccio Tagliavini (1) Festival de Música Antigua de Sevilla (26) Fidelio (1) Fiorenza Cedolins (3) Fiorenza Cossotto (5) Flaviano Labò (1) Florian Boesch (1) Forma Antiqva (1) Francesco Geminiani (1) Francesco Molinari-Pradelli (2) Francis Egerton (4) Francisco Araiza (3) Francisco Guerrero (1) Francisco Negrín (1) Franco Calabrese (1) Franco Zeffirelli (8) François Couperin (1) Frank Lopardo (2) Frans Brüggen (1) Franz Crass (2) Franz Lehár (1) Franz Schubert (4) Franz Welser-Möst (1) Franz-Josef Selig (2) Frédéric Chopin (1) Frederica von Stade (2) Furio Zanasi (4) Gabriel Fauré (1) Gabriele Bellini (1) Gabriele Santini (2) Galina Vishnevskaya (1) General (4) Gente a la que admiro (3) Georg Philipp Telemann (7) George Frideric Handel (13) George Petean (1) Georges Bizet (7) Ghena Dimitrova (1) Giacomo Prestia (2) Giacomo Puccini (61) Gianandrea Gavazzeni (1) Gianfranco Rivoli (1) Gianni Raimondi (1) Gillian Knight (5) Gino Vanelli (1) Gioachino Rossini (9) Giorgio Gallione (1) Giorgio Zancanaro (1) Giovanna Casolla (2) Giovanni Battista Pergolesi (3) Giovanni Reggioli (1) Giselle (2) Giuliano Carmignola (2) Giulietta Simionato (1) Giulio Cesare (3) Giuseppe Campora (2) Giuseppe Di Stefano (3) Giuseppe Gipali (1) Giuseppe Nessi (1) Giuseppe Patané (2) Giuseppe Sinopoli (2) Giuseppe Taddei (2) Giuseppe Tartini (1) Giuseppe Verdi (25) Göran Järvefelt (4) Gösta Winbergh (1) Grace Bumbry (1) Graham Vick (1) Günter Neuhold (1) Gustav Leonhardt (1) Gustav Mahler (2) Håkan Hagegård (2) Hänsel und Gretel (1) Hector Berlioz (1) Héctor Sandoval (1) Henry Purcell (3) Herbert von Karajan (8) Hermann Prey (3) Hervé Niquet (1) Hildegard Behrens (2) Hiromi Omura (1) Historicismo (1) Hugo Wolf (1) Hui He (1) Humperdinck (2) Idomeneo (2) Iestyn Davies (1) Il barbiere di Siviglia (4) Il ritorno d'Ulisse (1) Il trionfo del tempo e del disinganno (1) Il Trovatore (2) Ildebrando D'Arcangelo (1) Inger Dam-Jensen (1) Ingvar Wixell (3) Iréne Theorin (1) Iris Vermillion (1) Irmgard Vilsmaier (1) Isaac Albéniz (1) Isabel Leonard (1) Ismael Jordi (2) Iván Fischer (1) Ivo Pogorelich (1) Ivo Vinco (3) Ivor Bolton (1) Jacques Offenbach (2) James Conlon (2) James King (1) James Levine (4) Jana Kurucová (1) Janice Baird (1) Javier Perianes (1) Jean-Philippe Rameau (3) Jean-Pierre Ponnelle (6) Jennifer Holloway (1) Jennifer Larmore (2) Jessica Pratt (1) Jesús López-Cobos (1) Joan Martín-Royo (1) Joan Sutherland (4) Joaquín Achúcarro (1) Joaquín Turina (1) Johann Christian Bach (1) Johann Hieronymus Kapsberger (1) Johann Jakob Froberger (1) Johann Sebastian Bach (15) Johannes Brahms (2) John Adams (1) John Cox (1) John Del Carlo (1) John Dexter (1) John Eliot Gardiner (8) John Mark Ainsley (1) John Tomlinson (1) Jon Vickers (3) Jonas Kaufmann (3) Jordi Savall (4) Jorge de León (1) José Bros (2) José Carreras (2) José Ferrero (1) José Van Dam (3) Joseph Bodin de Boismortier (1) Joseph Haydn (6) Joyce DiDonato (1) Juan Pons (2) Juan Sancho (3) Jules Massenet (3) Julia Doyle (1) Julia Migenes-Johnson (1) Julia Varady (1) Julius Rudel (1) Jussi Björling (1) Kate Aldrich (1) Katia Ricciarelli (1) Kazushi Ono (1) Kenneth Riegel (1) Kiri Te Kanawa (4) Krešimir Špicer (1) Kristinn Sigmundsson (2) Kurt Moll (2) L'Arpeggiata (1) L'incoronazione di Poppea (2) L'Orfeo (2) La Bayadère (1) La bella durmiente (1) La Bohème (4) La Cenerentola (3) La Cenicienta (ballet) (1) La clemenza di Tito (3) La fanciulla del West (1) La favorita (3) La finta giardiniera (1) La Fura dels Baus (3) La Máquina del Tiempo (1) La princesse de Navarre (1) La serva padrona (2) La Traviata (6) Lars Tibell (1) Lars Ulrik Mortensen (1) László Polgár (3) Laurent Pelly (1) Le nozze di Figaro (5) Léo Delibes (1) Leo Nucci (3) Leona Mitchell (1) Leontyne Price (3) Leoš Janáček (1) Licia Albanese (1) Lioba Braun (1) Lisa Della Casa (2) Literatura (6) Llibre Vermell de Montserrat (1) Lorenzo Molajoli (1) Lorin Maazel (4) Los miserables (1) Louis Quilico (2) Luca Pisaroni (2) Lucia di Lammermoor (3) Lucia Popp (2) Luciano Pavarotti (9) Ludwig van Beethoven (5) Luigi Alva (2) Luigi Roni (2) M22 (3) Madama Butterfly (47) Madeline Bender (1) Maestranza (65) Magda Olivero (2) Magdalena Kožená (2) Manfredo Kraemer (2) Manon Lescaut (3) Manuel de Falla (3) Marcello Giordani (2) Marcelo Álvarez (2) Marco Berti (1) Marco Vinco (2) Marco Vratogna (1) Maria Callas (5) Maria Chiara (1) Maria Christina Kiehr (1) María Espada (6) Maria Ewing (1) Maria Grazia Schiavo (1) Maria Höglind (2) Maria Joao Pires (1) Maria Keohane (1) Maria Spacagna (1) Maria Zifchak (1) Marianna Pizzolato (1) Marianne Rørholm (1) Mariella Devia (1) Marijana Mijanović (1) Marin Marais (1) Marina Rodríguez-Cusì (1) Mario Basiola (1) Mario Boriello (1) Mario Carlin (1) Mario del Monaco (2) Mario Gas (1) Mariola Cantarero (2) Mariusz Kwiecien (1) Martin Thompson (1) Martti Talvela (1) Massimiliano Pisapia (1) Massimiliano Stefanelli (1) Massimo Giordano (1) Matteo Manuguerra (1) Matthew Polenzani (1) Maurizio Arena (1) Maurizio Benini (1) Melchiorre Luise (2) Miah Persson (2) Michael Chance (2) Michael Devlin (1) Michael Maniaci (1) Michael Schade (3) Michel Sénéchal (5) Michel Volle (1) Michele Mariotti (1) Mirella Freni (10) Miriam Gauci (1) Moïse et pahraon (1) Mojca Erdmann (1) Monteverdi (8) Montserrat Caballé (3) Montserrat Figueras (1) Montserrat Martí (1) Musicales (1) Nabucco (2) Nancy Argenta (2) Nancy Fabiola Herrera (1) Navidad (1) Nazzareno Antinori (2) Nello Santi (1) Nelson Portella (1) Nichola Hytner (1) Nicola Raab (1) Nicola Rescigno (1) Nicolai Gedda (2) Nicolai Ghiaurov (6) Nicolas Rivenq (1) Nikolaus Harnoncourt (3) Nino Machaidze (1) Noches en los jardines del Alcázar (31) Norah Amsellem (1) Norma (1) Nuria Rial (1) Olga Peretyatko (1) Oliviero de Fabritiis (4) Ópera (193) Ópera en DVD (77) Ópera Maestranza (27) Orfeo y Eurídice (3) Orietta Moscucci (1) Orquesta Barroca de Sevilla (37) Orquesta de Extremadura (1) Otello (2) Otras cosas (21) Otros Conciertos (7) Otto Edelmann (1) Otto Klemperer (1) Paata Burchuladze (2) Pablo Elvira (1) Pamela Helen Stephen (1) Paolo Battaglia (1) Paolo Montarsolo (6) Patricia Bardon (1) Patricia Petibon (2) Patricia Racette (1) Patrick Fournillier (1) Patrick Summers (1) Paul Armin Edelmann (1) Peter Dvorsky (2) Peter Neumann (1) Petra Lang (1) Petteri Salomaa (3) Philip Langridge (2) Philippe Herreweghe (1) Philippe Jaroussky (1) Philippe Jordan (1) Piano (5) Piano Maestranza (7) Pier Francesco Poli (1) Pier Luigi Pizzi (2) Piero Cappuccilli (1) Piero de Palma (7) Pierre Dervaux (1) Pierre Hantaï (1) Pietro Locatelli (1) Pietro Mascagni (1) Piotr Beczala (1) Plácido Domingo (22) Plinio Clabassi (2) Rachel Yakar (1) Rafael Frühbeck de Burgos (1) Raffaella Angeletti (1) Raina Kabaivanska (4) Rainer Trost (1) Ramón Vargas (1) Raquel Andueza (5) Recitales Maestranza (14) Renata Scotto (4) Renata Tebaldi (3) Renato Bruson (3) Renato Cesari (2) Renato Cioni (4) Renato Palumbo (1) René Jacobs (2) René Pape (1) Renée Fleming (1) Riccardo Chailly (1) Riccardo Muti (6) Richard Bonynge (2) Richard Croft (2) Richard Di Rienzi (1) Richard Eyre (2) Richard Strauss (3) Richard Troxell (2) Richard Tucker (1) Richard Van Allan (2) Richard Wagner (5) Rigoletto (3) Rita Gorr (1) Robert Carsen (1) Robert Lloyd (1) Robert Merrill (1) Robert Schumann (2) Robert Wilson (2) Roberta Invernizzi (1) Roberto Alagna (1) Roberto de Simone (1) Roberto Frontali (2) Roberto Saccà (1) Roberto Tavigiani (1) Robin Leggate (6) Rodney Gilfry (3) Rolando Panerai (3) Romeo y Julieta (Ballet) (1) Romina Basso (1) Rosa Mannion (1) Rosalind Elias (2) Rosetta Pampanini (1) Ruggero Raimondi (4) Ruth Rosique (1) Salome (2) Samuel Barber (1) Samuel Ramey (1) Sarah Connolly (2) Šárka (1) Scott Piper (2) Sena Jurinac (1) Sergei Leiferkus (1) Sergei Prokofiev (2) Sergéi Rajmáninov (1) Sergej Larin (2) Sergi Giménez (1) Sergio Escobar (1) Sesto Bruscantini (1) Sharon Graham (1) Sherril Milnes (4) Siegfried (1) Sigiswald Kuijken (1) Silvano Carroli (1) Simon Boccanegra (1) Simon Keenlyside (1) Simón Orfila (2) Sir Colin Davis (2) Sir Georg Solti (5) Sir John Barbirolli (1) Sir Neville Marriner (1) Sir Peter Hall (1) Sir Peter Pears (1) Sir Roger Norrington (1) Sir Thomas Allen (4) Skip Sempé (1) Sonia Ganassi (4) Sonia Prina (1) Sonja Frisell (2) Sonya Yoncheva (1) Stefan Dahlberg (2) Stefania Bonfadelli (2) Stefania Malagú (2) Stephen Costello (1) Stolen Notes (2) Stuart Kale (2) Susanne Mentzer (1) Svetla Vassileva (1) Svetlana Katchour (1) Sylvia McNair (2) Tamara Wilson (1) Tatiana Lisnic (1) Tchaikovsky (4) Teddy Tahu Rhodes (1) Teodor Ilincai (2) Tercia realidad (2) Teresa Berganza (4) Teresa Stratas (1) Thaïs (2) The Hilliard Ensemble (1) Thomas Hampson (2) Tito Gobbi (3) Tiziano Severini (1) Tokyo String Quartet (1) Tom Krause (2) Tomás Luis de Victoria (1) Topi Lehtipuu (3) Tosca (4) Toti Dal Monte (1) Trevor Pinnock (1) Tristán e Isolda (1) Tullio Serafin (1) Turandot (5) Tuva Semmingsen (1) Ute Gfrerer (1) Vanni Moretto (1) Variaciones Goldberg (1) Venice Baroque Orchestra (1) Veronika Kincses (1) Vespro della Beata Vergine (1) Vesselina Kasarova (1) Victor de Sabata (1) Victoria de los Ángeles (2) Villancicos (1) Vincent Boussard (2) Vincenzo Bellini (1) Viorica Cortez (2) Vittoria Palombini (1) Vivica Genaux (1) Walter Berry (2) Werther (1) Wilbert Hazelzet (1) Wilhelm Furtwängler (1) Will Hartmann (1) William Christie (3) Willy Decker (1) Wolfgang Ablinger-Sperrhacke (1) Wolfgang Amadeus Mozart (45) Wolfgang Brendel (1) Wolfgang Sawallisch (2) Xavier Sabata (2) Y digo yo (3) Yannick Nézt-Séguin (1) Yasuko Hayashi (1) Ying Huang (2) Yolanda Auyanet (3) Yordy Ramiro (1) Yuja Wang (3) Zaide (1) Zarzuela (1) Zoltán Kocsis (1) Zubin Mehta (5)