Sir Georg Solti (dir.); Leontyne Price (Aida); Jon Vickers (Radamès); Rita Gorr (Amneris); Robert Merrill (Amonasro); Giorgio Tozzi (Ramfis); Plinio Clabassi (Il re d’Egitto); Mietta Sighele (Sacerdotessa); Franco Ricciardi (Messagero). Coro e Ochestra del Teatro dell’Opera di Roma. DECCA 2 CD.
Hace unos meses que el sello DECCA está reeditando buena parte de sus grabaciones clásicas de ópera en un nuevo y modesto formato que se distribuye a un precio más bajo que las ediciones anteriores. Aprovechando una oferta, me hice hace algún tiempo con esta mítica Aida, grabación sin duda de referencia y de obligado conocimiento para el melómano verdiano. Lo cierto es que lo único realmente bueno de esta reedición me parece que es el hecho de que ésta se ofrece en sólo dos discos (huelga decir que sin ningún corte) frente a los tres cedés originarios que encarecían el coste del estuche. Por lo demás, todo es tan cutre como la portada: la cajita de plástico trae los dos cedés y un librito en el que tan sólo se dan los datos del reparto, el índice de pistas de cada disco y un resumen argumental. Nada más. No puede decirse que esta reedición sea precisamente un lujo, sino más bien lo contrario, aunque al menos el precio es más asequible ahora.
Me apena enormemente ver cómo últimamente se está perdiendo la estética en las reediciones de las viejas grabaciones de ópera. Muchas de las de los extinguidos sellos ERATO y TELDEC ofrecen ahora una presentación francamente cutre frente a las versiones originales, y EMI no ha dado precisamente un paso al frente sustituyendo las cajas de Great Recordings of the Century por esos estuches de plástico que ni siquiera traen ya el libreto impreso, sino que viene en un CD ROM que uno tiene que molestarse (el que lo haga) en meter en el ordenador. Quizá la excepción más notable sea Harmonia Mundi con sus elegantes cajas tan bien presentadas... Una pena.
Pero me temo que esta entrada es más para hablar de esta extraordinaria Aida de Solti que para quejarme de lo cutres que son estéticamente las reediciones de muchas óperas (precisamente, ay, algunas de las grabaciones más emblemáticas de la discografía).
La Aida de Solti es una grabación sin fisuras, monumental. Leontyne Price, con su voz sedosa, es una referencia en el papel protagonista, y amén de sus excelencias vocales sabe mostrarse adecuadamente atormentada y seductora para con Radamés en el tercer acto. Y el valiente y desdichado soldado es aquí un Jon Vickers que firma uno de sus mejores registros verdianos. Incluso la voz suena menos esforzada que en su mítico Otello con Karajan, y en conjunto, da la impresión de sentirse más cómodo en el papel. Cierto es, no lo vamos a descubrir ahora, que quizá la voz del canadiense no sea la más bonita del mundo (timbre “leñoso”, suele decirse), pero a diferencia de lo que ocurre en otras de sus grabaciones, la voz suena aquí uniforme y sin sus habituales cambios de color. Es el suyo un Radamés algo marcial, sin duda, y sin la calidez y humanidad que sí supieron darle un Bergonzi o un Domingo en los últimos dos actos, pero tampoco hay que olvidarse de que el papel no es el de un poeta, sino el de un soldado, un héroe militar. Vamos, que me gusta muchísimo el Radamés de Jon Vickers.
Con todo, ya he escrito alguna vez en este blog que mi papel favorito es el de Amneris, aquí encarnado por una estupenda Rita Gorr. Robert Merrill es un lujo como Amonasro y Giogio Tozzi es un Ramfis contundente, quizá sin la belleza vocal de, por ejemplo, un Ghiaurov, pero muy adecuado. Algo cavernosa, si acaso, resulta la voz de Plinio Clabassi como rey de Egipto, aunque sale bien del trance de defender su breve papel.
En cuanto a Sir Georg Solti, todo tienen que ser parabienes. Es la suya una lectura electrizante (sólo hay que escuchar el peso que atribuye a los metales de la orquesta) y llena de tensión dramática, que sitúa a esta enorme grabación a la altura máxima de los registros de este título junto con otras versiones de referencia como Karajan / Tebaldi / Bergonzi o Muti / Caballé / Domingo. De escucha obligatoria.
3 comentarios:
Es una joya.
Hola Pablo!
Sigo tu blog desde hace varias semanas, y quería decirte que tu sección de discografía es la que más disfruto: para los que nos estamos iniciando en esto de la ópera, es una suerte poder leer algunos de tus análisis discográficos (especialmente los dedicados a las Butterflys.) Ya me he hecho con esta Aida (una joya de principio a fin, sí señor) y con tu Butterfly fetiche, la Freni del estudio con Karajan. Espero con impaciencia las próximas entregas. Gracias y un fuerte abrazo!
Callasiano, no sabes lo que me alegra leer tu comentario. ¡Muchísimas gracias! Por supuesto que voy a seguir escribiendo este tipo de entradas (de forma inminente), aunque estos días he tenido poco tiempo.
¡Ah, y vaya dos joyas de grabaciones que has conseguido!
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