Herbert von Karajan (dir.); Mirella Freni (Cio-Cio-San); Luciano Pavarotti (Pinkerton); Christa Ludwig (Suzuki); Robert Kerns (Sharpless); Michel Sénéchal (Goro); Giorgio Stendoro (Yamadori); Marius Rintzler (Bonzo), Elke Schary (Kate). Coro de la Ópera de Viena. Filarmónica de Viena. DECCA 3 CD.
Decir que Mirella Freni es mi Butterfly favorita puede parecer extraño, ya que la soprano modenesa jamás ha interpretado el papel completo sobre un escenario. Según dice, temía verse superada por la emoción y ponerse a llorar ante el público en cualquier momento. Quizá sea cierto, aunque no descartaría que la verdadera razón –o al menos una de las razones– por las que fue reacia a interpretarlo en vivo fue que temiese que el papel resultase demasiado pesado para ella. Freni fue una cantante cabal, y salvo excepciones, muy prudente en la selección de los papeles que conformaron su repertorio.
Pero el caso es que es mi Butterfly. Dejó dos grabaciones históricas: la primera con Karajan, y la segunda, bastantes años más tardía, con Sinopoli. En ambas da una absoluta lección de canto, aunque aquellos que consideren más lógico encumbrar a quien ha lucido el papel sobre los escenarios harán bien inclinándose por Scotto. Para cantar bien Madama Butterfly son necesarias una serie de condiciones que Freni reúne en ambos estudios: se requiere de una voz que suene fresca y juvenil, pues el personaje tiene tan sólo quince años en el primer acto y dieciocho en el segundo, pero al mismo tiempo, esa voz debe imponerse a una orquesta que, sobre todo en el segundo acto, resulta muy densa por momentos (¡y que aquí dirige Karajan, con todo lo que eso implica!). Además, por si fuera poco, el personaje no es estable, sino que a medida que la acción progresa, debe ir volviéndose más dramático y atormentado.
De entrada, Freni aparece con un “Ancora un passo or via” que resulta un prodigio de delicadeza y que remata de forma sublime con ese comprometidísimo re bemol que muchas intérpretes omiten. La primera lagrimita, por tanto, se me cae antes incluso de que empiece el verdadero drama. El enfoque que Freni da al personaje es obviamente infantil, aunque se crece en el segundo acto y verdaderamente sorprende en las escenas más dramáticas. Toda la escena de la carta siempre me ha parecido de un dramatismo mucho más acentuado que en otras grabaciones, y el final de la ópera es demoledor como nunca. La Butterfly de Freni no es una niña patética que inspira lástima, sino que verdaderamente es capaz de transmitir auténtico drama al oyente.
Su Pinkerton es Luciano Pavarotti, amigo de la infancia y compañero de tantas grabaciones y noches de ópera. Lo cierto es que escuchar al modenés en este poco agradecido papel no deja de ser curioso, ya que no puede decirse precisamente que lo frecuentase demasiado. Lo cierto es que el Pinkerton de Pavarotti resulta vocalmente impecable, aunque su enfoque del personaje parece querer distanciarse deliberadamente de la elegancia con la que otros intérpretes, como por ejemplo Bergonzi, abordaron la parte. En suma, este Pinkerton tiene más de marinero que de caballero sofisticado. A destacar, naturalmente, toda la escena final de amor del primer acto. Sólo hay que escuchar el modo en el que Pavarotti canta “Bimba dagli occhi”. Simplemente derrite, y el empaste de su voz con la de Freni es, como se sabe, espléndido. Quizás me equivoque, pero creo que recuerdo haber leído por alguna parte que Rodolfo Celletti consideraba este final de acto como el más logrado de toda la discografía de Butterfly, y no es de extrañar.
Los secundarios de esta grabación son todo un regalo, comenzando por la estupenda Suzuki de nada menos que Christa Ludwig. Robert Kerns, por su parte, canta Sharpless con agradable voz. Es claramente el anciano que ha visto mucho mundo, viene de vuelta de todo y se ve venir la tragedia de lejos. En cuanto al casamentero, Michel Sénéchal es de esos eternos secundarios a los que siempre se les toma gran cariño. Hoy hay cantantes con medios más limitados abordando papeles de mucha más enjundia, pero aquellos eran otros tiempos más pródigos que los de hoy en materia de grandes tenores. Por último, bien el Bonzo de Marius Rintzler y correctito, sin más, Giorgio Stendoro como Yamadori.
Herbert von Karajan dirige a la Filarmónica de Viena con el pie levantado del acelerador. La grabación es lenta y ocupa tres discos en lugar de dos, que es lo habitual. El director salzburgués se recrea en crear atmósferas, aunque mantiene en todo momento el pulso dramático de la acción. Hay algunas explosiones de sonido (“Ei torna e m’ama”) que buscan, obviamente, la espectacularidad sonora tan propia de lo que sería después el Karajan tardío. En cualquier caso, si alguien tiene dudas sobre la calidad y el alto nivel de su dirección no tiene más que escuchar el “sueño” de Butterfly, orquestalmente impecable.
Hay que referir, finalmente, la existencia de una película dirigida por Jean-Pierre Ponnelle con idéntico reparto salvo en lo que concierne al Pinkerton de Pavarotti, sustituido por Plácido Domingo por razones, según se dice, estrictamente visuales. Para leer mi comentario sobre esa interesante filmación, sólo hay que hacer click aquí.
En resumen, esta no es solamente mi Butterfly favorita, sino que la considero ni más ni menos que un verdadero hito en la historia de la ópera grabada.
9 comentarios:
Me encanta esta ópera aunque no supiera escribirla bien ¿Puede que fuese esta versión de donde me grabaste las piezas en los CD que me hicistes?
Gran entrada.
maravilloso final "inédito"...lo desconocía, me encanta.Para mí también Freni es la mejor Butterfly se cree el personaje y lo canta com mucho gusto. No me extraña que no pudiese cantarlo en el escenario por la emoción, pues raro es oír esta ópera y no derramar unas lagrimitas.
A mi no me convence mucho ese final alternativo de Ponnelle, pero vamos, las lagrimitas las vierto igual. Un abrazo.
aunque no tiene nada que ver con Butterfly, estoy buscando por internet una grabación que nos ha puesto hoy el profesor en un curso de Música Antigua, que es de Benedetto Marcello, la cantata "Tirsi e Fileno, que me ha parecido preciosa y no la encuentro.Quizá tu la conozcas y me puedes informar como buscarla por internet...la tecnología y yo no nos llevamos muy bien.
Te lo agradecería mucho, siempre que no sea una molestia.
Un abrazo
G
Lo que he encontrado ha sido un fragmento en este disco:
http://www.prestoclassical.co.uk/w/195935/Benedetto-Marcello-Tirsi-e-Fileno
En la pestaña "listen" se puede escuchar un poco. Es la penúltima pista.
No he dado con ninguna grabación completa de la obra. En cualquier caso, el disco no tiene mucho más de un año y debe ser fácil de localizar en tiendas. Un saludo.
gracias por la información sobre Tirsi e Fileno...compraré el disco.
Tengo un CD de Butterfly con Freni y Carreras y no me acaba de convencer la forma en que lo canta Carreras, pues creo que le da un aire muy trágico desde el principio y Pikerton está mas en la línea de prepotente y golferas, pero la verdad es que lo canta con mucho sentimiento.
Un saludo y de nuevo gracias.
¡Ya es casualidad! Esa grabación de Butterfly va a ser la siguiente que comente en los próximos días. Es la de Sinopoli.
Estupendo post. Además, estoy cien por cien de acuerdo, aunque las grabaciones de Barbirolli y Sinopoli no son precisamente una tontería. Por cierto, tengo la sospecha que la grabación del DVD es exactamente la misma, solo que regrabando las partes de tenor para incorporar a Plácido.
Yo noto pequeñas diferencias entre el disco y la película, como por ejemplo el sonido de la campanilla que utiliza Suzuki para rezar justo al comienzo del segundo acto. De todas formas no sería de extrañar que hubiesen aprovechado parte del material grabado en disco.
En cuanto a las grabaciones, mi idea es dedicarle precisamente este mes a Freni (con la de Sinopoli) y el que viene a Scotto con su monumental grabación con Barbirolli y la nada desdeñable y muchas veces olvidada de Maazel. Luego vendrán Callas, Tebaldi, De los Ángeles, Dal Monte... En fin, que hay trabajo.
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