Continuemos con las informaciones que van apareciendo a propósito de la miniatura de Grassi de la que hablábamos ayer. Para empezar, ayer supe de la existencia de otro retrato de Mozart pintado por Grassi que se conserva en el museo Glinka de Moscú. Es este:
Lo cierto es que ya había visto este retrato en otras ocasiones, aunque desconocía quién era su autor. Los rasgos (nariz, color de los ojos) no coinciden con los datos históricos que conocemos sobre Mozart, y en lo personal jamás lo he tenido por una representación fidedigna del compositor. Nunca he visto que se cuente entre sus retratos considerados “auténticos”. Pues bien, descubrir que este cuadro también está pintado por Grassi me ha llevado a hacerme algunas preguntas:
- Para empezar, lo lógico es pensar que si se trata de dos retratos pintados por el mismo artista que representan a un mismo hombre, los rasgos deben coincidir. No cabe duda de que ambos personajes tienen un aspecto bastante similar, pero si nos fijamos bien, veremos que el color de los ojos es distinto.
- En segundo lugar está el problema de saber quiénes han poseído esa miniatura a lo largo del tiempo. Tratándose de un retrato de Mozart, lo lógico es que hubiera ido a parar a manos de su viuda o de sus hijos. ¿Es esto comprobable? Sin embargo, el hecho de que se diga que el propio pintor lo incrustó a una tabaquera tras la muerte del compositor significa que debió quedarse él mismo el retrato. ¿Sentía quizá tanta admiración por Mozart que decidió retratarle y quedarse él mismo con la miniatura?
- Para terminar, si el simple hecho histórico de que Mozart y Grassi se conocieran en una fiesta sirve para revestir de cierta autenticidad a la miniatura, otro tanto habría que hacer con el retrato “ruso”, que en cambio no se cuenta entre sus retratos considerados verdaderos. Y hacer eso implicaría, además, entrar en contradicción, ya que como antes decía, ambos personajes tienen los ojos de un color distinto.
Otra de las cosas que ha anunciado el Mozarteum a propósito de la próxima exposición ha sido el hecho de que el célebre retrato de Lange era originariamente más pequeño y que fue ampliado en algún momento para convertirlo en un retrato del compositor sentado al piano. El trabajo, sin embargo, quedó a medio terminar. La cuestión es que ese “hallazgo” tampoco es nuevo, tal y como ocurría con el de “Mozart con un nido de pájaros”. Yo lo había leído hace meses en este magnífico artículo del musicólogo Michael Lorenz, que hoy mismo ha subido a su blog algunos datos interesantes sobre esta miniatura de Grassi (click aquí). Según afirma, el historiador Richard Bauer ya manifestó en el año 2008 que el personaje retratado en la miniatura era Mozart, aunque duda de la autoría de Grassi.
Así que, según parece, nada es exactamente nuevo ni está libre de sospechas ni puntos oscuros. Lorenz ha escrito en su blog que espera que el Mozarteum le cite a él (por su hallazgo con el retrato de Lange) y a Bauer en el catálogo de la exposición. Espero que así sea, pues sería todo un acto de honradez.
Seguiré atento a esta noticia. A decir verdad, me encantan estas cosas.
8 comentarios:
Somos dos los encantados. Música y arte ¿Se puede pedir más?
Claro. Si a ellos les sumas literatura y teatro tienes la ópera, que la forma de espectáculo más completa que existe. Abrazos.
Sólo le falta un poco de romanos y de fútbol.
Vale. Entonces el espectáculo perfecto sería una ópera en la que Augusto y Antonio se jugasen el todo por el todo en un partido de furbo. Yo lo veo.
si, música, canto, literatura y teatro y si hubiera visto Wagner un partido del Atlético de Madrid, hubiera dicho que eso era la "Obra de Arte Total"...
Calla, calla, que a esos les tiene que ganar mi Betis el jueves...
Pues... "Viva el Betis, aunque pierda".
El lunes parto a Münich para ver "El anillo". A mi vuelta, aunque se me da mejor hablar que escribir,os contaré mis impresiones, que son las de una simple aficionada y nada entendida.
Un saludo y hasta pronto.
Jejjejejej que gozada ir a Munich.
Pásalo bien.
Fútbol, ópera e historia que combinación.
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