Estamos en tiempo de Navidad, una época del año que tiene bastante que ver con mi afición por la música. Hoy quiero escribir sobre una de las razones por las que, ya en mi infancia, me “enganché” para siempre a eso que llaman “música clásica”.
Cuando yo tendría seis o siete años, mi madre se unió como soprano a uno de esos coros no profesionales que hoy proliferan afortunadamente por tantas ciudades. Aquél coro sevillano consiguió un nivel de calidad realmente interesante, y su disolución años más tarde fue una lástima. La cuestión es que incluso a día de hoy siento enorme cariño por las composiciones musicales que escuché cantar a mi madre durante ese tiempo. Ahí están la misa “del solo de órgano” de Mozart (véase esto) y tantas otras cosas que, aun sin ser exactamente populares, tienen para mí una carga afectiva importante. Como es lógico, este coro también organizaba conciertos navideños, combinando en sus programas villancicos tradicionales españoles y anglosajones junto con otros de origen mucho más pretérito que fueron el primer contacto que tuve en mi vida con la música antigua. Conservo con cariño todas aquellas partituras.
Así que aquél coro y sus villancicos navideños han tenido bastante que ver con el hecho de que a día de hoy esté escribiendo en este blog.
Algunos villancicos “especiales” para mí:
Qué bonito niño chiquito (Anónimo, s. XV).
Nuria Rial – Orphénica Lyra – José Miguel Moreno
No la devemos dormir (Cancionero de Upsala, s. XVI).
Montserrat Figueras – La Capella Reial de Catalunya – Jordi Savall
Dadme albricias (Cancionero de Upsala, s. XVI).
Capella de Ministrers – Carles Magraner
Virgen bendita sin par (Pedro de Escobar, s. XVI).
Hespèrion XXI – La Capella Reial de Catalunya – Jordi Savall
Riu Riu Chiu (Cancionero de Upsala, s. XVI).
Capella de Ministrers – Carles Magraner
2 comentarios:
Que bonita "confesión navideña" Pablo, la verdad es que a mi me ha traído muchos recuerdos, pues yo al igual que tu madre, también canté en un par de corales, que lamentablemnte se disolvieron y oír esos villancicos del renacimiento, me han hecho recordar muy buenos tiempos, sobre todo "dadme albricias" que era fijo en el repertorio navideño.
Como siempre, muchísimas gracias por todo lo que nos aportas en este fantástico blog .
Un saludo afectuoso.
Gracias a ti por seguirme siempre, Gucki. Un saludo.
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