Antonio Pappano (dir.); Angela Gheorghiu (Cio-Cio-San); Jonas Kaufmann (Pinkerton); Enkelejda Shkosa (Suzuki); Fabio Capitanucci (Sharpless); Gregory Bonfatti (Goro); Roberto Valentini (Yamadori); Raymond Aceto (Bonzo), Cristina Reale (Kate). Coro e Ochestra dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia. EMI 2 CD.
Esta grabación de Madama Butterfly es quizá el último registro importante de esta ópera realizado en estudio. Da la sensación de que actualmente el mundo del DVD es más activo que el del disco, al menos en lo que a Butterfy se refiere. En mi opinión, la grabación de Pappano cuenta con un reparto equilibrado pero no brillante, lo que se traduce en que mantiene un nivel medio bastante aceptable, aunque bastante lejos de las grandes grabaciones históricas.
Vayamos por partes. Para empezar tenemos como protagonista a una Angela Gheorghiu que resulta bastante más convincente en el primer acto, en el que se la ve muy bien, que en todo lo que sucede a partir del segundo, en el que no se la acaba de ver cómoda en un papel que quizá resulte demasiado pesante para ella. La cosa se resume en que cumple su cometido con sensibilidad y corrección, aunque sin deslumbrar. Por otra parte, y a pesar del buen trabajo de Gheorghiu, no considero que esta soprano sea la que cuente actualmente con mejores medios para ser Butterfly. A lo largo de la discografía comparada que he realizado este año de esta ópera hemos podido ver a otras cantantes actuales hacer interpretaciones más redondas y con una mejor adecuación vocal al personaje. Y aunque puedan lloverme los tomates, diré también que Gheorghiu me ha parecido siempre una cantante sensible, elegante y de buen gusto, pero con una voz que en términos de belleza no es para tanto. Es una cuestión cargada de subjetividad, lo admito.
No me acaba de convencer el Pinkerton de Jonas Kaufmann, bastante plano durante toda la primera mitad del primer acto y claramente soso en el “Dovunque al mondo”, en donde le falta un necesario toque de picardía, o mejor dicho, de desvergüenza. Digamos que Kaufmann esboza un Pinkerton serio a la manera de Carreras, bien cantando, elegante y sensible siempre, pero también apoyado en la gola, como es habitual en el alemán.
La Suzuki de la para mí desconocida Enkelejda Shkosa está bien defendida, aunque en mi opinión tal vez le sobre un poco de vibrato. Fabio Capitanucci, por su parte, no pasará a la historia de los grandes intérpretes de Sharpless ni por belleza canora ni por recrear al personaje desde ninguna perspectiva que pueda resultar especialmente humana o sensible. Funcionan mejor los secundarios menores, como el adecuado Goro de Gregory Bonfatti y los solventes Yamadori y Bonzo de Roberto Valentini y Raymond Aceto, respectivamente.
Lo que sí me parece excelente es la preciosista dirección de Antonio Pappano, que firma una exuberante lectura de la partitura de esas que hacen que el oyente escuche cosas de esas que habitualmente no se oyen. Es la de Pappano una dirección vívida y colorista que sirve como brillante soporte a un reparto que de otra manera sólo podría producir una grabación de moderado interés.
En resumen, la orquesta, brillante. El resto, correcto, aunque lejos de la excelencia.
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