Gabriele Santini (dir.); Victoria de los Ángeles (Cio-Cio-San); Jussi Björling (Pinkerton); Miriam Pirazzini (Suzuki); Mario Sereni (Sharpless); Piero de Palma (Goro); Arturo La Porta (Yamadori); Paolo Montarsolo (Bonzo), Silvia Bertona (Kate). Orchesta e Coro del Teatro dell’Opera di Roma. EMI 2 CD.
De las dos grabaciones de estudio que realizó Victoria de los Ángeles de Madama Butterfly, es la primera de ellas, dirigida por Gavazzeni, la más famosa y aclamada (click aquí), mientras que por alguna razón el posterior registro de Gabriele Santini ha pasado bastante más desapercibido. Incluso en lo que se refiere a las ediciones salidas hasta ahora en cedé, la versión de Santini sale claramente desfavorecida frente a la de Gavazzeni. Personalmente no estoy conforme con esa supuesta “inferioridad” y voy a romper una lanza aquí por este espléndido registro.
Cuando comentaba hace unos días la grabación de Gavazzeni manifestaba mi desacuerdo con aquellos que consideran anticuada la Butterfly de De los Ángeles, y citaba un ejemplo concreto: el tomo de discografía de la “Guía universal de la ópera” de Roger Alier y Albert Estany. Pues bien, en lo que se refiere a la grabación de Santini, los referidos autores lo despachan todo del siguiente modo: De los Ángeles repite la tradición de la vieja escuela con menos “frescura”, Björling canta con “indiferencia” (?) y Santini dirige con “pesadez” (?). O sea, que el lector se encuentra con una grabación que es descrita del siguiente modo: una soprano en decadencia, un tenor que pasaba por allí y un director plúmbeo. Y todo ello sin aportar ni un solo argumento sólido sobre el que se sustente cualquiera de esas afirmaciones. Ninguno.
Sinceramente, cuando hablamos de canto hay que tener en cuenta dos parámetros esenciales que son la técnica y la estética. Una buena técnica es, naturalmente, el mejor instrumento para lograr una estética hermosa, pero en última instancia los gustos personales juegan siempre un papel decisivo en lo que nos gusta y lo que no. Por eso mismo no comprendo ni acepto que una crítica musical despache una grabación negativamente ateniéndose únicamente a criterios de índole subjetiva (“frescura”, “indiferencia”, “pesadez”). Tal y como yo lo veo, el crítico ha de ser ante todo un erudito, y por tanto, alguien capacitado para evaluar con criterio los aspectos técnicos. Como conocedor de la obra y, repito, de la técnica, es el crítico quien debe detectar si el pianista ha colocado el dedo en la tecla incorrecta o si el cantante ha cantado fuera de tono. Las cuestiones de gusto personal, no son, en cambio, objetivas (o no lo son en tal medida), y por tanto, juegan un papel secundario en la crítica. Al menos como la entiendo yo como aficionado a la música.
Reivindicar, por tanto, la extraordinaria Butterfly que nos ha dejado Victoria de los Ángeles es tarea sencilla, mientras sea humo todo lo que opongan a ella sus detractores. Si hablamos de “frescura”, diré precisamente que el enfoque que De los Ángeles da a esta Butterfly es quizá más aniñado en el primer acto que en su anterior registro con Gavazzeni, e incluso resulta para mi más interesante si cabe en algunos aspectos. Sólo hay que escuchar, por ejemplo, el hilo de voz con el que pronuncia “Suzuki dilo tu” durante la lectura de la carta con el notable Sharpless de Mario Sereni, capaz de provocarle un nudo en el estómago a cualquiera con un mínimo de sensibilidad. Y aunque lo dije en aquella entrada dedicada al registro de Gavazzeni, lo repetiré ahora de nuevo: la Butterfly de De los Ángeles es infinitamente más “moderna” a oídos del oyente actual que las de otras de “la vieja escuela”. Al margen de alguna risita infantil, no hay ni rastro aquí de todos esos sollozos, espasmos y excesos veristas que sí aparecen en otras grabaciones. Victoria de los Ángeles es exactamente lo que me escribieron en un comentario a esa entrada: moderna entre las antiguas.
En cuanto a Jussi Björling, yo no detecto “indiferencia” en su Pinkerton, sino más bien a una de las más extraordinarias voces de tenor que haya dado la Historia cantando un papel que le pega. No viviría muchos meses después de este registro, y más que problemas de expresión, yo señalaría si acaso algún ascenso algo justito (“sposa americana”). Miriam Pirazzini es una Suzuki adecuada y Piero de Palma repite su extraordinario Goro, del que ya he hablado en términos obviamente elogiosos a propósito de sus grabaciones con Erede (aquí) y Barbirolli (aquí). Ejemplar igualmente el Yamadori de Arturo La Porta (el mismo que en el registro de Gavazzeni), y bien Paolo Montarsolo en su breve aparición como Bonzo, que repetirá después precisamente en la aclamada grabación de Scotto con Barbirolli.
La labor de Gabriele Santini a la batuta es a mi entender muy superior a la de Gavazzeni, que se lleva al agua el primer acto con su excesiva premura en el tempo. La línea trazada por Santini es precisamente la de otras lecturas generalmente muy bien recibidas como Serafin, Barbirolli o el primer Karajan (el segundo, que por cierto adoro, es más ampuloso). Además, la calidad de sonido es claramente superior a la de la grabación de Gavazzeni.
Osea, que es una grabación totalmente reivindicable que a mi entender no se merece ser tratada con desdén ni desplazada por el primer trabajo de De los Ángeles en estudio. Dicho queda.
PS: A todo esto, considero que trabajos como esa “Discografía” de Alier tienen un indudable interés en la medida en la que ofrecen amplios listados de grabaciones existentes del título de ópera que escojamos. Es utilísimo tener en casa, en papel, todas esas referencias en lugar de tener que ponerse a investigar personalmente cuántas grabaciones interesantes hay de “Tosca”, por poner un ejemplo. En cambio, las puntuaciones y valoraciones sobre ese listado de grabaciones, sinceramente, me interesan bastante menos. Los propios autores advierten, con razón, en el prólogo de la subjetividad del trabajo, por lo que mi postura ante estas publicaciones es la de buscar aquellas grabaciones que me atraigan por sus intérpretes y hacerme mi propia opinión sobre lo escuchado, que como ocurre aquí, puede ser notablemente discrepante.
2 comentarios:
No conocía esta Butterfly, pero siempre me animas a oír nuevas grabaciones desconocidas para mí,(ojalá tuviera mas tiempo), además yo también soy de las que acumula...
Es verdad...la opinión de un crítico musical, no puede ser la misma que la de un aficionado a la música.A mi me gusta lo que me llega y quizás no sea siempre lo mejor, pero...
Muchas gracias Pablo.
Saludos.
De hecho, la presente versión ha logrado producir el más hermoso y romántico dúo de amor (Viene la sera … Bimba dagli occhi pieni di malìa … Vogliatemi bene, un ben piccolino) de la mano de De los Ángeles y del "Caruso sueco", Jussi Björling. Claro está que las referencias son las versiones de Scotto/Barbirolli (EMI) y Freni/Karajan (Decca).
Sr. Pablo: Muchas gracias por vuestros excelentes comentarios.
Saludos cordiales.
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