Hace apenas unos días que elogiaba la presencia de Piero de Palma en la vieja grabación que Renata Tebaldi hizo de Madama Butterfly con Alberto Erede. Ahora acabo de leer la noticia de su fallecimiento, y considero que la ópera no sólo ha perdido con él a un gran tenor comprimario, sino a uno de sus cantantes más representativos desde mediados del pasado siglo.
Pienso que si Piero de Palma fuese hoy un joven cantante, probablemente se le aclamaría como divo y se le incitaría a abordar papeles de peso en lugar de roles secundarios. Otro tanto puede decirse de Michel Sénéchal. Son cantantes con más medios que muchas de las figuras que hoy triunfan en escena, pero aquellos eran definitivamente otros tiempos. El mérito de estos artistas se encuentra, al menos para mí, en haberse hecho continuamente presentes desde papeles considerados como “pequeños”. Me gustaría leer algún día un listado de las grandes figuras con las que un cantante como Piero de Palma ha podido compartir los escenarios. Su trayectoria debe ser sencillamente apabullante.
Reconocer a Piero de Palma la importancia que se merece en justicia puede dar también mucho que pensar a tantos que, teniendo aptitudes para abordar papeles protagonistas, han terminado arruinando sus voces por elegir erróneamente un repertorio pensado más en el aplauso que en sus verdaderos medios. Piero de Palma jamás tuvo necesidad de salirse del tiesto. Se hizo grande eligiendo lo aparentemente pequeño, mientras que otros han acabado empequeñeciéndose al escoger lo aparentemente grande.
Un artista, Piero de Palma. Y también un ejemplo de cómo serlo.
3 comentarios:
STTL
Acabo de llegar del auditorio y he tenido el placer de escuchar: La Pasión según San Juan, con el coro de niños de Windsbach,Tenía muchísimas ganas de oírlos en directo, 80 niños entre 6 y 17 aprox.dirigidos por Lehmann y con la Deutsche Kammer Virtuosen Berlin con instrumentos de época.El coro es maravilloso, da gusto oírlos cantar, pero la obra no me ha emocionado(no solo me ha pasado a mí)No sé si ha sido la dirección, o la orquesta, quizá no tengo costumbre de oír esta obra con una orquesta un poco reducida...
La gran ovación y bravos de la noche , ha sido para los niños.
Perdón por este comentario tan largo.
Un saludo.
Ochenta niños... No creo que hubiese entre el público ningún partidario de la tendencia OVPP, porque le habría dado un patatús. Yo soy partidario de la utilización de coros, como siempre, con Bach (tipo Gardiner, Herreweghe, etc.), pero ochenta niños es tela.
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