Hace casi un año y medio que recomendaba sin tapujos el DVD de Lucia di Lammermoor de Richard Bonynge en el Met con su esposa Joan Sutherland, quizá la más mítica Lucia junto con Maria Callas, y el siempre enorme Alfredo Kraus. Ya en esa entrada, sin embargo, hacía algún breve comentario favorable a la filmación de Patrick Fournillier, así que transcurridos tantos meses considero que ha llegado el momento de analizarla con cierto detalle.
El DVD está grabado de unas funciones de junio de 2003 de Lucia di Lammermoor en el Teatro Carlo Felice de Génova, con la puesta en escena de Graham Vick, que se ha visto en España, hasta donde sé, en el Real, en el Liceo y en Les Arts. A decir verdad, la propuesta escénica, bien conocida como digo, consigue ser muy efectista partiendo de un esquema bastante sencillo. La acción está aquí levemente adelantada en el tiempo y transcurre en el siglo XVIII, a juzgar por el vestuario de los cantantes. No es por tanto una traslación temporal excesivamente grande y el montaje tiene que clasificarse como de corte “clásico”, pese a introducir algunos elementos modernos, como el uso de paneles deslizantes que se desplazan creando y cerrando muchos de los espacios por los que deambulan los cantantes.
Por lo demás, todo resulta acertadamente austero, en una obra en lo que lo que más importa es que el público centre su atención en el profundo drama psicológico de la protagonista. En las escenas de interior (el castillo de Enrico) apenas hay elementos decorativos más allá del mobiliario imprescindible (mesas, sillas, etc.). Las de exterior transcurren en un paraje cuasi fantasmal extraordinariamente bien logrado: un cielo rocoso en el que se dispersan aquí y allá flores de colores vivos, y en el que se alza un árbol de aspecto tétricamente deformado por el soplo del viento. El cielo aparece siempre agitado de nubes y coronado por una gran luna llena que se hace casi omnipresente. Puede parecer poca cosa, pero la visión de ese lugar pedregoso lleno de flores y con ese horrendo tronco muerto se asemeja bastante a un escenario de pesadilla. Causa inquietud. Y a fin de cuentas, es allí donde Lucia afirma haber sufrido la aparición de un fantasma. Muy bien, por último, el vestuario de Paul Brown.
Hace un mes que elogié sin reservas la Violetta de Stefania Bonfadelli en Busetto (aquí). Como Lucia tampoco se queda atrás. Un año después de aquella Traviata, la Bonfadelli nos regala una Lucia de muchísima altura, y que sin ser Callas ni Sutherland, resulta no obstante completísima. Bonfadelli borda a la Lucia sufriente, esa que para mí nadie ha sabido hacer mejor que Callas, al mismo tiempo que dispone de la agilidad y los medios suficientes para hacer frente a las complejidades y exigencias del papel, y especialmente de la escena de la locura. Incluso a nivel teatral está estupenda esta mujer. Su interpretación de una demente, incluso con la mirada, es realmente digna de elogio. Y una cosa personal: con la Lucia de Bonfadelli uno tiene la impresión de que la protagonista no enloquece radicalmente tras su boda, sino que ya desde el principio viene sufriendo un obvio deterioro mental que acaba culminando con la muerte de Arturo. A fin de cuentas, ¿no manifiesta Lucia desde el principio haber sufrido alucinaciones, aun cuando aún no se ha desatado su drama personal? Primero ve el fantasma de una mujer muerta, y luego ve a su amado en una ceremonia nupcial imaginaria que culmina con la novia desplomándose inerte en el suelo. Y por cierto que en esta producción la causa de la muerte de Lucia no queda en la sombra, como suele ocurrir. Lo habitual es suponer que ella sufre una grave crisis mental que le llega a causar la muerte, pero aquí tenemos algo más prosaico: Lucia toma una espada del suelo y se abre las venas en su demencia. Grande la Bonfadelli.
También merece mis elogios el notable Edgardo de Marcelo Álvarez. A veces la voz no parece responderle tan bien como en otras ocasiones, pero el sonido es incuestionablemente muy bello y el hombre canta con muchísima clase y gusto. No tiene, desde luego, el físico atractivo que uno se espera del joven e impulsivo Edgardo (incluso en su vejez, Kraus sí lo tenía), pero redondea a una pareja protagonista de muchísima calidad. En el último acto hace un "Tombe degli avi miei" de muchísima altura, aunque en la última escena, durante la cual trasladan a su presencia el cadáver de Lucia para darle mayor patetismo al momento, cae quizá en la tentación de mostrarse excesivamente lacrimógeno y doliente. Últimamente ando un poco quisquilloso con los lloriqueos teatrales: si la música es buena, y no cabe duda de que la tiernísima y demoledora “Tu che a Dio” lo es, no hay por qué recurrir a salirse de ella para expresar lo que ya está contemplado en la partitura. Pero insisto, es sólo una opinión personal y Álvarez canta con muchísimo estilo.
El triángulo protagonista se cierra con el muy buen Enrico de Roberto Frontali, cuya voz lírica resulta realmente apropiada para su papel de villano. Decía antes que la dirección escénica de Vick parecía pretender mostrar a una Lucia con signos de demencia desde el primer acto, y la actitud de su hermano hacia ella parece ser la causa en esta producción. Enrico hace tocamientos a Lucia quizá excesivamente ardientes para resultar propios de una relación entre hermanos. ¿Se insinúa aquí que Lucia ha sido víctima continuada de abusos físicos por parte de su hermano? Es mera suposición, pero el “sobeo” al que Enrico somete a su hermana durante su conversación del segundo acto no es muy normal. A fin de cuentas, lo que probablemente quiere decirnos Vick es que, sea como fuere, la locura de la protagonista se debe a un obvio desorden afectivo y a lo que bien podemos calificar de un abuso sexual al ser entregada contra su voluntad por su hermano a un hombre extraño.
De los secundarios, quien realmente destaca es el esRaimondo de Mirco Palazzi, realmente convincente tanto en lo vocal como en el apartado escénico. Por cierto que este personaje de Raimondo me cae fatal. Siempre vamos a considerar a Enrico como el gran malvado, y es lógico que así sea, pero el religioso es un ejemplo claro de cinismo e hipocresía. Ayuda a interceptar la correspondencia entre Lucia y Edgardo, así como a falsificar una carta de aquél. Luego no tiene escrúpulos morales ni religiosos en mentir a Lucia para empujarla a una boda contra su voluntad. Y finalmente, en el culmen del cinismo, acusa a Normanno de ser el principal culpable de la tragedia eximiéndose a sí mismo y a Enrico de cualquier culpa. Un sinvergüenza.
tupendo
El resto es correcto, aunque sin el brillo de los cantantes principales. Cumplen bien Giovanni Maini como Normanno, así como el Arturo de Cristiano Olivieri y la Alisa de Maria Castelli.
El Coro del Teatro Carlo Felice, dirigido por Giovanni Andreoli, realiza también un magnífico trabajo en cada una de sus intervenciones.
Todo este brillante plantel de cantantes se ve acompañado por la orquesta titular del teatro dirigida por todo un experto en el repertorio como es Patrick Fournillier, cuyo trabajo es impecable y de incuestionable altura. Además, la partitura se ofrece completa, incluyendo la escena del encuentro entre Edgardo y Enrico en plena tormenta del comienzo del tercer acto, que se omite, por ejemplo, en el DVD de Bonynge en el Met.
¿Vale la pena? Desde luego. De hecho, considero que esta filmación es un complemento estupendo de la de Sutherland y Kraus. Esta última ofrece la presencia de cantantes históricos, aunque adolece de cortes. El DVD de Fournillier, en cambio, cuenta con intérpretes jóvenes muy notables y ofrece la obra completa. O sea, que recomiendo conocer las dos.
2 comentarios:
Poco se puede decir de la maravillosa Joan Sutherland, pero desde luego Bonfadelli, en esta Lucia , no desmerece en absoluto.
Efectivamente , aunque Kraus hubiera cantado con 150 años(ojalá)hubiera seguido siendo mucho más atractivo que Alvarez.Sí, reconozco la voz de Alvarez,por eso prefiero oírle que verle(no me cae muy bien, lo siento).
Muchísimas gracias por este espectacular enlace...y por todos los demás.
Un saludo
Fantástico mano a mano de Pinchas Zukerman y Angela Cheng en el Auditorio de Madrid, con Mozart sonata para violín y piano Kv 301, Beethoven Sonata nº 5 violín y piano "La Primavera" y Brahms
Sonatensatz y Sonata Sonata nº 3 .
Y esta noche más con Mozart entre otros.
Un saludo
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