Como ya es tradicional, el grupo medieval Axabeba, del que ya hemos hablado en varias ocasiones, participa este año en el ciclo de conciertos “Noches en los jardines del Real Alcázar”, esta vez con un programa que gira entorno a la figura de María de Padilla en el seiscientos cincuenta aniversario de su muerte. Estuve el pasado día once y en realidad, el grueso del concierto forma parte del repertorio habitual del grupo y ha sido ya grabado. Por ejemplo, las canciones sefardíes El rey de Francia, Morena me llaman y Partos trocados se encuentran en su disco “El sueño hebreo”. La excusa que justificaba la inclusión de estas piezas en un concierto dedicado a María de Padilla se encontró en el apoyo prestado a Pedro el Cruel por parte de la población judía, según explicó José Luis Pastor.
Al margen de las exóticas melodías sefardíes, cuya escucha en el entorno del Alcázar tiene un especial encanto, un segundo grupo de piezas instrumentales lo integraron varias cantigas de Alfonso X el Sabio: las de Palencia, Castrogeriz y Palencia y Sevilla (tendría que consultar los números, que no vienen en el programa, para dar más detalles). Por último, música inglesa por aquello de los matrimonios de las hijas de María de Padilla: las dos primeras danzas del manuscrito Harley y Byrd on the brere. Fuera de programa, Calenda Maia de Rambaud.
El grupo rindió exactamente al nivel esperado, aunque se echó de menos la presencia de Alberto Barea. José Luis Pastor a las cuerdas e Ignacio Gil con sus vientos estuvieron estupendos, aunque no sé hasta qué punto es ortodoxa la utilización de una gaita en una canción sefardí (Partos trocados). Me chirría un poco. En cuanto a María Dolores García, en cierta ocasión (concretamente en la maratón de conciertos que organizó la OBS en apoyo de Haití el año pasado) describí su voz como “algo pálida”. No es en absoluto un calificativo que describa su canto, y es de justicia que lo escriba. Me gusta especialmente su forma de abordar el repertorio sefardí, concentrándose no sólo en las agilidades y el aire exótico de la música, sino también en darle cierta gracia y vida. Ignoro si en aquélla ocasión en la iglesia de los Terceros ella no estaba en forma, si influyó el frío que hacía, la acústica, etc..
Ayer asistí a algo completamente distinto: el concierto del trío Tercia relidad (del que hablé aquí, aunque no exactamente con los mismos miembros), integrado por dos auténticos patas negras de la Orquesta Barroca de Sevilla (Jorge Jiménez, violín; Guillermo Peñalver, traverso) y por un sobresaliente Daniel Zapico a la tiorba. Copio el programa:
La herencia Couperin
350 Aniversario de la muerte de Louis Couperin
LOUIS COUPERIN (1626-1661)
Suite en Re majeur (Manuscrito Bauyn, 1658)
Prelude - Allemande - Courante - Sarabande - Gaillarde - Chaconne
FRANÇOIS COUPERIN (1668-1733)
Septiéme concert de "Les Gouts Reunis"
Gravement et Gracieussement- Allemande-Sarabande-Gavotte-Siciliéne
FRANÇOIS COUPERIN (1668-1733)
Les Bergeries
ROBERT DE VISÉE (1650-1725)
Chaconne
FRANÇOIS COUPERIN (1668-1733)
Premier ordre “La François” de “Les Nations”
Chaconne (Sonade) Gravement - Gayement - Gravement - Gayement - Gravement - Vivement - Air: Gratieusement - Gayement - Chaconne ou Passacaille
Peñalver y Jiménez estuvieron magníficos. El viento le jugó una mala pasada a este último, haciendo que varias páginas de su partitura se pasaran solas. Eolo perdió el pulso, porque él ni se inmutó y siguió tocando de memoria. Probablemente, aquellos que no estuvieran sentados en las primeras filas ni siquiera debieron darse cuenta. En cuanto a Zapico, prefiero el clave para el acompañamiento, pero con semejante artista uno no puede decir nada, porque sería ridículo. Lo mejor de la noche fue una descomunal, portentosa interpretación de la Chacona de Visée. No exagero un ápice cuando digo que eso ha sido de las cosas más hermosas que he oído no ya en el Alcázar, sino en general en lo que va de año. No necesito más palabras.
Morena me llaman – Axabeba (El sueño hebreo)
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