Ayer asistí al estreno de Der Freischütz (El cazador furtivo) en Sevilla. Y digo bien: al estreno, pues nunca antes se había representado este clásico de Carl Maria von Weber en el Teatro de la Maestranza. Pues bien, el comienzo fue algo desconcertante. Antes de que sonaran los primeros compases de la obertura tuvo lugar un diálogo en escena, a manera de prólogo, entre Agathe y el ermitaño. No he visto esta escena en ninguna edición del libreto, y el hecho de situarse antes de la obertura, es decir, estructuralmente fuera de la ópera, lleva a pensar que puede tratarse simplemente de una invención. Si hay alguien con información acerca de dónde proviene este prólogo le quedaré muy agradecido de que me ilumine.
Regular el Max de Michael König, que empezó algo frío y con algún ascenso al agudo comprometido, para ir mejorando poco a poco. Tuvo tendencia a entubarse en los graves, lo que acabó dando en ocasiones un extraño color abaritonado a su voz de lírico. Mucho más acertada estuvo la Agathe de Manuela Uhl, ovacionada por el público y que ofreció una excelente interpretación del “Und ob die Wolke sie verhülle”.
Me gustó mucho la graciosa Ännchen de Ofelia Sala, si bien estuvo algo corta de volumen y su voz no llegaba con la rotundidad deseada al Paraíso, donde me encontraba sentado. Muy bien Gordon Hawkins (Kaspar), que ya se lució en noviembre como un gran Alberich en El oro del Rin, de voz densa, envolvente e inteligentemente trabajada. La escena de la fundición de las balas, con chispazos y explosiones incluidas que asustaron al público, fue de lo mejor de la noche. Cortísimo de volumen el Kilian de Isaac Galán, cuya voz apenas llegaba al Paraíso y muy bien Klaus Kuttler, del que hablé favorablemente a propósito del Hänsel und Gretel de Glyndebourne, como Ottokar. Kuttler posee una voz muy hermosa que maneja con sabiduría sin cambios de color a lo largo del registro. Es un cantante todavía joven con aptitudes para darnos muchas alegrías. Cerrando el desigual reparto, bien el Kuno de Rolf Haunstein, así como las damas de honor (Inmaculada Águilas, Rocío Botella y Sandra Romero) y pura gola el ermitaño de Bjarni Thor Kristinsson, sobre el que también recayó el papel del diablo Samiel. Puesto que ambos personajes aparecen en la última escena, se optó por una solución ridícula: visto de frente, el bajo vestía una túnica de blanco inmaculado junto con las barbas y pelambreras típicas de un profeta bíblico. Nada nuevo. Lo desconcertante es que su túnica era negra por la espalda y llevaba una careta de Samiel encasquetada en la parte posterior de la cabeza, como si del dios Jano se tratase.
Muy bien, como siempre, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza, así como la dirección de Andreas Spering, que ya dirigió por aquí el Giulio Cesare de hace un par de años.
Con todo lo dicho, lo peor estuvo en la plana puesta en escena de Christian Floeren. Durante el primer acto, todo se limitaba a unas mesas y a un panel de fondo que representaba un bosque y en el que aparecía y desaparecía continuamente la proyección de la mira de una escopeta (para algo la ópera se llama “El cazador furtivo”). Inteligencia cero en el montaje. Por lo demás, muy austeras y demasiado desnudas todas las escenas en casa de Agathe. La escena del desfiladero era visualmente anodina, pero al menos el coro estaba bien resuelto en escena. Lo más visual fue quizás el tercer y último acto. Sobraron en todo momento las luces azules del suelo (de discoteca) y las lucecillas amarillas que rodeaban el escenario, como si fuera un cabaret.
El público respondió bien, pero muy lejos del entusiasmo. En la zona del Paraíso hubo cierta desbandada nada más caer el telón.
Der Freischütz no ha entrado en Sevilla por todo lo alto. En suma, un reparto irregular y una puesta en escena pobretona.
Fotografías: http://julio-rodriguez.blogspot.com/
4 comentarios:
Estimado Pablo: ¿nos conocemos personalmente? Yo he traducido al español para el Maestranza el libreto original alemán íntegro de "Der Freischütz" (ya he hecho muchas traducciones de óperas y recitales, de alemán, checo, francés, inglés e italiano; no se me dan mal, junto con algunos idiomas más, de los que no he tenido aún la oportunidad de haber publicado nada importante).
Para mí la traducción "literaria" es un enorme placer (la ensayística es muy fácil, casi siempre demasiado lineal). No es la de traductor la profesión con la que me gano el sustento (soy profesor de filosofía de la Universidad de Sevilla), pero me apasiona, y le dedico mis mejores energías y larguísimo tiempo. Primero, investigo exhaustivamente el original, y las circunstancias en que fue gestado. Por eso, estoy en condiciones de darle información precisa acerca del "prólogo" de "Der Freischütz" que vimos hace dos noches.
Si tiene el libreto del Maestranza con mi traducción a mano observe lo siguiente (no se trata totalmente de una "invención", pero casi; y desde luego es una flagrante traición a los deseos de Carl Maria von Weber):
Friedrich Kind presentó a Weber un libreto en el que la actual "Primera Escena" del "Primer Acto" era, en realidad, la "Tercera Escena". La precedían (pero siempre después de la Obertura) una "Primera Escena" con una larga plegaria del Ermitaño; y una "Segunda Escena", en la que Agathe, que lleva un cántaro de leche, acompañada por Ännchen con una cesta que entrega a Agathe, visitan la ermita. Ännchen se queda en un segundo plano, y Agathe y el Ermitaño tienen un largo diálogo, al final del cual él le da a ella, en efecto, un ramo de rosas ¡de un rosal, plantado por su predecesor, a quien le había traido un peregrino de Palestina un esqueje sacado de un rosal situado en la tumba del Salvador!. Y de ese largo diálogo (en el cual en ningún momento el Ermitaño pronuncia el teatral grito de ¡¡¡Samiel!!!) se ha inspirado, no sé quién, para el "prologuito" más o menos modificado y abreviado.
Porque el caso es que, aunque se hubieran conservado, íntegras y fieles, estas dos primeras escenas del libreto de Kind, a von Weber le parecieron de mal gusto. Incluso consultó su impresión a su primera novia, Carolina Brandt, cantante en Praga, quien le aconsejó que los suprimiera. Así lo hizo von Weber, que ni siquiera les puso música, a pesar del gran disgusto que manifestó el libretista.
Desde entonces, esas dos primeras escenas primitivas de Kind desaparecieron del libreto, y no se han representado nunca. Hasta que algún "listillo" de Karlsruhe ha tenido la ocurrencia de "resucitar" un trozo de aquellas dos escenas, acortándolo y cambiándolo, y poniéndolo delante de la Obertura: toda una colección de infidelidades a lo querido por el compositor.
Su crítica, de las que he leído hasta ahora (las estoy recopilando) es con la que coincido en el mayor grado. Esperaré hasta tener algunas más, y entonces le escribiré de nuevo, señalándole algunas otras "perlas" de la producción y de la dirección de escena, en la línea que usted señala (no sólo he hecho la traducción, sino que he leído bastantes libros y artículos sobre "Der Freischütz", he visto dos DVDs diferentes y varios CDs distintos: como estas tareas me entusiasman tanto, siempre me procuro toda la información posible; estoy "viviendo" con esta ópera desde julio de 2010, en que me encargaron la traducción; aparte, claro, de otras óperas y obras musicales, pues esta es mi "respiración" vital, y con ella disfruto, sin que me importen mayormente ni la "fama" ni el dinero (y eso que este no me sobra; en cuanto a la "fama" no es nada al lado de mi personal satisfacción).
Cordialmente,
José Luis López López
(jllopez.us@gmail.com)
Estimado José Luis, ante todo muchísimas gracias por tu amplio comentario. Mis dudas sobre el prólogo han quedado despejadas. Lo cierto es que compré el libreto, pero no he tenido oportunidad aún de echarle un vistazo. Al final parece que ni se ha representado el prólogo tal y como constaba en el libreto original ni tampoco se ha respetado la decisión de Weber de omitirlo. Una decisión cuanto menos extraña.
Mi labor de traductor no es nada en comparación con la tuya: sólo hay dos traducciones mías colgadas en kareol.es: "La coronación de Popea" (Monteverdi) y "Serse" (Handel). Hace unos meses me puse con el "Ariodante", pero no he tenido demasiado tiempo.
Por cierto que no recuerdo que nos conozcamos personalmente. Hace un par de años que acabé mis estudios en la Facultad de Derecho pero aún sigo frecuentando la universidad, por lo que sería fácil discutir estas cosas ante un buen café.
Un cordial saludo.
En primer lugar enhorabuena por tu Blog que acabo de conocer,estuve en la premiere de Freischutz en Sevilla ya que es una de mis operas favoritas y por eso viaje desde Madrid expresamente para disfrutar de ella,debo decir que fue una funcion que me encanto en todos los sentidos y donde todos los solistas a mi modo de ver estuvieron estupendos,difiero en que a Isaac Galan no se le oia pues yo pude oirle sin ningun problema y no estaba precisamente en las primeras butacas,creo que todos estuvieron muy bien ofreciendo una funcion de mucha calidad.Un saludo y de nuevo enhorabuena por tus comentarios y tu blog.
Muchas gracias por tu comentario, María, y me alegro enormemente de que disfrutaras en Sevilla.
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