Hace apenas unos días que hablaba de Ingvar Wixell y de su controvertido Rigoletto. Hoy, algo tarde, me he enterado de la noticia de su fallecimiento el pasado día 8. Fue un cantante honesto que consiguió hacer carrera pese a que sus medios nunca fueron especialmente agraciados por la naturaleza.
Seguimos con la mala racha, y la desaparición de estas figuras de la ópera pone de manifiesto la precariedad del panorama actual de voces baritonales. Nadie duda de la valía de Bruson o de Nucci, pero ¿quién puede ser hoy un barítono joven capaz de tomar el relevo de MacNeil? Aunque este se nos fue hace poco, son muchos ya los años, más o menos unos treinta, que han pasado desde su retirada profesional. La crisis baritonal es mucho más evidente que en otras cuerdas.
Descanse en paz, Ingvar Wixell.
Seguimos con la mala racha, y la desaparición de estas figuras de la ópera pone de manifiesto la precariedad del panorama actual de voces baritonales. Nadie duda de la valía de Bruson o de Nucci, pero ¿quién puede ser hoy un barítono joven capaz de tomar el relevo de MacNeil? Aunque este se nos fue hace poco, son muchos ya los años, más o menos unos treinta, que han pasado desde su retirada profesional. La crisis baritonal es mucho más evidente que en otras cuerdas.
Descanse en paz, Ingvar Wixell.
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