El Ciclo de Cámara anual de la Orquesta Barroca de Sevilla tuvo un arranque de excepción el pasado jueves con la actuación del cellista Christophe Coin interpretando las Suites 2, 3, y 4 de Johann Sebastian Bach en la Iglesia de los Terceros. Un verdadero lujo. Previamente al inicio del concierto pude asistir a una interesante y muy completa conferencia de José Mendoza Ponce, quien explicó con sencillez no exenta de erudición los entresijos de las obras que integraban el programa: desde qué es una Suite y las partes que habitualmente la integran hasta las tendencias enfrentadas entre historicismo y llamémosle romanticismo a la hora de interpretar y escuchar estas obras, todo ello apoyándose en extractos sonoros. Lástima que justo al término de la estupenda conferencia nos endiñase este vídeo, que para mí roza lo grotesco:
En cuanto a Coin, no defraudó a nadie, ofreciendo una arrebatadora interpretación en la que la tónica parecía ser el predominio de la sobriedad y lucimiento técnico del instrumentista sin caer en el exhibicionismo barato. A título particular, me dejó sin habla en la Bourrée de la Suite nº 4. De propina, el hermoso Capricho nº 8 para violonchelo de Joseph-Marie-Clément Dall'Abaco.
Aunque es obvio que nada tiene que ver con la música de cámara, la Orquesta Barroca de Sevilla ha ofrecido esta misma hoche un atractivo programa con las dos sinfonías con cello obbligato de Joseph Haydn (nos. 13 y 31) y el desconocido Concierto para violonchelo nº 4 de Bernhard Heinrich Romberg, siempre con la presencia de Coin como chelista. La razón de este concierto, tan ajeno como digo al resto del ciclo, es que la orquesta está grabando para su sello discográfico estas mismas obras. Ni que decir tiene que devoraré el disco en cuanto salga.
Pues bien, el concierto se vio antecedido esta vez de la conferencia de Francisco Callejo, quien superando algunos problemas de la traicionera informática, pudo hacer una sucinta introducción a algunos aspectos destacados de la biografía de Haydn, y lo que es más importante, una exposición bien sencilla de cada una de las tres obras del programa movimiento a movimiento.
En cuanto al concierto en sí, poco puedo añadir a lo que tantas veces he escrito sobre la OBS. Cada escucha de este magnífico conjunto es una reafirmación de que estamos ante una de las mejores orquestas historicistas del mundo. Así como suena. Precisamente por eso me alegra enormemente que la Conserjería de Cultura de la Junta de Andalucía les haya concedido el premio Manuel de Falla, cuya dotación económica cae como agua de mayo en un año en el que la estabilidad del grupo se había visto amenazada por la retirada del apoyo económico que hasta ahora le prestaba Cajasol. Volviendo al grano: la OBS ofreció una encantadora versión de la temprana sinfonía nº 13 haydniana, en cuyo segundo movimiento, completamente concertante para violonchelo, brilló Coin alcanzando un altísimo grado de sutileza. Una verdadera maravilla. Imposible además no acordarse del final de la sinfonía “Júpiter” de Mozart al escuchar el tema del Finale. Siguió el más oscuro concierto de Romberg y, por último, una de mis sinfonías haydnianas favoritas desde hace mucho: la vigorosa nº 31 “Hornsignal” (que podría traducirse por algo así como “la llamada de la trompa”), en la que el único instante de “peligro” se vivió cuando al violín concertino (Pablo Valetti) se le rompió una cuerda en plena faena, algo que ya le había ocurrido previamente al violín de Andoni Mercero. Fue Valentín Sánchez quien estuvo al quite y le entregó rápidamente su instrumento a Valetti, de modo que no hubo necesidad de interrupción. En cuanto a la rotura de las cuerdas, no percibí especial humedad ni frío en el interior de la iglesia, pero ocurrió dos veces, algo desde luego muy infrecuente en los conciertos de la OBS. Supongo que es el peaje que hay que pagar por usar las cuerdas de tripa. Pero qué leches, ¡viva el historicismo!
Seguiré escribiendo sobre los otros dos conciertos que restan en este ciclo de cámara.
Haydn: Sinfonía nº 31 – Allegro: AAM / Ch. Hogwood
0 comentarios:
Publicar un comentario