Desde hace una semana vengo sufriendo una más que agradable “persecución” musical. Cuando servidor daba ya por terminada la actividad cultural sevillana en este ámbito hasta después del verano me encontré de improviso con un concierto barroco (de esos que me gustan a mí) el pasado día 20 en el Convento de la Paz (la Mortaja para los cofrades). Fue mi padre quien me puso sobre aviso. Con el pomposo título de “Cathedral – Dos conceptos del barroco musical en la segunda mitad del siglo XVII: España e Inglaterra”, el programa, a cargo de la Sociedad Musical de Sevilla dirigida por Israel Sánchez López reunía en su interesante primera parte obras de autores tan inmerecidamente desplazados como Xuárez, Villareal y Salazar. La labor de recuperación de este gran patrimonio cultural que tanto explotaríamos a nivel internacional si tuviésemos los esquemas mentales de otros países es siempre un hecho encomiable de por sí, y si además la música está bellamente interpretada todos los aplausos que podamos dedicarles son pocos.
La imponente “Música para el funeral de la reina Mary” de Henry Purcell constituyó la segunda parte, con el necesario acompañamiento de trompetas y trombones para la Marcha y la Canzona. La inclusión de los timbales y el modo en el que se emplearon recuerda sospechosamente a la grabación de Gardiner con su Orquesta Monteverdi, antes de convertirla en un grupo de instrumentos de época.
El viernes 25 asistí de forma totalmente inesperada al último de los conciertos de abono de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en el Teatro Maestranza. Las gracias debo dárselas esta vez a mi buena amiga Carmen. Günter Neuhold, director cuya existencia descubrí ese mismo día, ofreció la Obertura de Ifigenia en Áulide de Gluck en la transcripción de Wagner, seguida de algo tan chirriantemente distinto como el primer Concierto de piano de Khachaturian (con Jean-Yves Thibaudet). Nada puedo decir sobre la interpretación de una música que me cuesta entender y que las más de las veces me sugiere sólo desorden. Cosas mías, sin duda, porque para gustos los colores. La cosa mejoró notablemente en la segunda parte con la primera sinfonía de Mahler (“Titán”). El público, más bien escasito a causa del partido de la Selección.
A ver si sigo con la racha...
Purcell: Música para el funeral de la reina Mary (Marcha) – Orquesta Monteverdi, Gardiner
2 comentarios:
Bueno, esta semana tienes en el Maestranza el recital de Ismael Jordi y Ruth Rosique con arias y dúos de ópera y zarzuela. No sé si lo sabías...
Un saludo.
R.
-por cierto, el Rofrano de foroclasico no soy yo, pero esa agenda está genial para programar el grabador del dvd :-D
Mil gracias por el aviso, Rofrano. Intentaré ir.
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