La Obra Social de Cajasol sigue deleitándonos (¿o sería mejor escribir "nos ha deleitado hasta ahora"?) con los maravillosos conciertos de la Orquesta Barroca de Sevilla al más que asequible precio de cinco euros la entrada más barata y diez la más cara. Bajo el título de “De Venecia a Madrid” se ofrecía ayer un sugerente programa integrado en principio por obras de Antonio Vivaldi y Domenico Scarlatti (ese compositor con nombre de malo de película de James Bond). Y digo “en principio” porque la ausencia de Carlos Mena (debida, según informaron, a que su señora estaba dando a luz) obligó a un repentino cambio de programa. La presencia de Mena fue sustituida por la soprano británica Julia Doyle, quien en lugar del anunciado “Nisi Dominus” de Vivaldi cantó el primer movimiento del motete “Nulla in mundo pax sincera” y un “Salve Regina” de Handel.
La OBS, con Andoni Mercero como violín concertino, lució como siempre un nivel que le permite no tener nada que envidiar a las grandes orquestas historicistas del mundo, haciendo alarde de vigor en la obertura de “L’Olimpiade” y exhibiendo una exquisita delicadeza en el Concerto grosso en fa menor nº 1 de Scarlatti. Julia Doyle, cuya aparición fue precedida de un magnífico Concerto pero archi, RV 114 de Vivaldi, cantó con enorme gusto y delicadeza, luciendo unos hermosos apianamientos y un toque de intimismo que hacían pensar que se encontraba cantando en el salón de casa rodeada de amigos. Su irrupción en escena estuvo rodeada de murmullos (al menos en el patio, donde me encontraba) motivados por la recién anunciada ausencia de Mena, y que terminaron convirtiéndose en murmullos de aprobación tras concluir su “Nulla pax”.
Durante el descanso caí preso de la fiebre barrocófila de la OBS y me dirigí sin pensarlo a hacerme con el disco de Scarlatti-Avison que se vendía por quince euros en una mesa situada en el exterior. Precisamente incluye el “Salve Regina” (cantado por Mena) que se ofreció en la segunda mitad. Como propina, una maravillosa “Tornami a vagheggiar” de la “Alcina” de Handel.
Siempre que escucho a la Orquesta Barroca de Sevilla tengo la sensación de estar en una especie de paraíso que por la desidia de quienes realmente pueden amenaza con hundirse, como si fuese algo demasiado bello para ser real. ¿Cuál es la imagen que pretende transmitir Cajasol no sólo recortando el presupuesto de una de las mejores orquestas de Europa, sino también dinamitando desde dentro la hasta ahora estupenda Obra Social agujereando así la vida cultural de los sevillanos? Que cada cual piense lo que quiera, pero por lo que a mi se refiere, Cajasol corre el riesgo de quedar a la altura del betún.
Espero que al menos todo haya ido bien para la señora de Mena y que a la hora a la que escribo haya en el mundo un nuevo melómano barrocófilo en miniatura.
Scarlatti: Salve Regina (“O clemens”). Carlos Mena – Orquesta Barroca de Sevilla
Handel: “Tornami a vagheggiar” (Alcina) – Eiddwen Harrhy, Richard Hickox
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